Pese a que en la segunda jornada del Cosquín Rock hubo figuras de la talla de Las Pelotas, Fito Páez y Divididos, todos los flashes se pusieron sobre uno de los astros de la música cuartetera y cordobesa: La Mona Jiménez.
Era sabido que La Mona trasciende todos los géneros musicales y que es un ícono de la música popular de Córdoba. Ayer, selló formalmente una alianza con el mundo del rock, tocando sus más grandes éxitos ante un público muy distinto al habitual, pero que lo aplaudió de principio a fin.
“Beso a beso”, “La huella”, “Ramito de violetas”, “La Mona es un muchacho de barrio”, “El marginal” o “El renegado”, fueron algunos de los hits de La Mona que hicieron delirar a las miles de personas que presenciaron la segunda jornada del Cosquín Rock.
La primera banda que rompió todo en el escenario fue “la aplanadora del rock”, Divididos, con temas como “Salgan al sol”, “Sucio y desprolijo”, “Crua Chan” y “Sobrio a las piñas”, un tema que menciona el gran hit de La Mona “¿Quién se ha tomado todo el vino?”, presagiando lo que sería el final de la noche.
Casi en simultáneo en el extremo opuesto, en el Escenario Sur, Fito Páez hizo su presentación estelar con temas como “El chico de la tapa”, “11 y 6” y algunos de su más reciente trabajo como “Vamos a lograrlo” y “Lo mejor de nuestras vidas”.
Fito también recordó a Charly García y a Luis Alberto Spinetta, cuando se cambió la remera que tenía puesta por una que tiraron desde el público que contenía la imagen de los músicos.
“Si no fuera por ellos, no seríamos nada nosotros”, sostuvo, para luego cantar “El amor después del amor”, “Circo Beat”, “Ciudad de pobres corazones”, “A rodar mi vida” y “Mariposa Tecknicolor”.