Los miembros de los llamados “convoyes de la libertad”, que se manifiestan en contra de las vacunas y las restricciones para contener la pandemia, lograron acceder a los Campos Elíseos de París, pese al despliegue policial para impedirlo.

Ayer, las fuerzas de seguridad francesas estimaron que 3.300 vehículos se habían unidos a diferentes marchas pen diferentes puntos del país, inspiradas en las movilizaciones que se iniciaron en Canadá. A dos meses de las presidenciales en Francia, los manifestantes antivacunas exigen la retirada del certificado que solo permite a las personas inmunizadas entrar en restaurantes y que el gobierno dice querer suprimir para abril.

Según la prensa francesa, los participantes esperan incrementar las protestas que se vienen realizando en diferentes puntos del país. En este marco, el primer ministro Jean Castex prometió ser inflexible ante este movimiento: "Si bloquean la circulación o intentan bloquear la capital, hay que ser muy firme", declaró.

Los manifestantes antivacunas exigen la retirada del certificado que solo permite a las personas inmunizadas entrar en restaurantes.

Para hacer respetar las prohibiciones de las caravanas de vehículos en el centro parisino, se desplegaron casi 7.200 policías y gendarmes y vehículos blindados, algo que no ocurría desde las manifestaciones de los chalecos amarillos a finales de 2018.

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"Estamos todos colectivamente cansados por lo que vivimos desde hace dos años. Esta fatiga se expresa de distintas formas: desesperación en unos, depresión en otros. Vemos un sufrimiento mental muy fuerte, en jóvenes y no tan jóvenes. Y a veces esta fatiga se traduce en cólera. Lo entiendo y lo respeto", expresó el presidente Emmanuel Macron en una entrevista al diario Ouest-France donde pidió "una mayor calma".