La vicepresidenta del Senado, Cristina Kirchner, realizó una jugada política que le valió varias críticas: echó a 40 empleados de la Cámara alta que figuraban como asesores del bloque de la Unión Cívica Radical (UCR).
Según aseguraron desde el radicalismo, la gran mayoría de los empleados estaban en “planta transitoria” y trabajaban con el bloque de la UCR hace varios años. Desde Juntos por el Cambio piensa que esta decisión se llevó a cabo como un “ajuste de cuentas” de parte de Cristina.
En el Frente de Todos, por otra parte, afirman que la decisión había sido anticipada hace tiempo por la secretaria administrativa de la Cámara y mano derecha de la vicepresidenta, María Luz Alonso. La funcionaria advirtió al bloque radical que poseían una planta desproporcionada de asesores, motivo por el que debían reducirla.
En la Presidencia del Senado justificaron los despidos. ¿Cuál fue el argumento? Dicen que los desplazaron porque no cumplieron ninguna función durante los últimos dos años de pandemia, en los que la Cámara funcionó fundamentalmente de forma remota.
Son momentos en los que la tensión entre el oficialismo y la oposición en el Congreso está en aumento. Ya desde fines del año pasado, cuando Juntos por el Cambio intentó bloquear el tratamiento de proyecto de modificación del impuesto de Bienes Personales.
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En el Frente de Todos se logró sesionar con la ayuda de sus aliados, pero la coalición denunció que lo hizo fuera del reglamento y pidió anular la sesión. Además, existe un conflicto no resuelto en la Cámara alta entre Juntos por el Cambio y el oficialismo por la conformación de las comisiones parlamentarias. Pese a que el periodo de sesiones extraordinarias comenzó el 1 de febrero, el Senado sigue todavía paralizado y no prevé, por ahora, ninguna sesión hasta fin de mes.
