El domingo tras la derrota por 1-0 ante Fluminense por el campeonato carioca, Gabriel Barbosa, "Gabigol", campeón de la Copa Libertadores 2019, fue llamado "mono" desde la platea del "Flu".
"¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo ocurrirá esto sin que nadie sea sancionado? Jamás me silenciarán, es inadmisible que pasemos por eso. Tengo orgullo de mi raza, orgullo de mi color", escribió Gabigol en las redes sociales tras la agresión.
En la misma línea se pronunciaron Flamengo y Fluminense, con intenciones de identificar y sancionar al agresor para que sea sacado de las canchas.
El racismo en Brasil
Este episodio se suma a otros dos que tuvieron lugar en Río de Janeiro y que revelan el llamado "racismo estructural" en Brasil: el linchamiento de un refugiado congoleño y el asesinado de un joven negro por su vecino, un militar de la Marina que lo confundió con un ladrón.
En Brasil, el 54% de la población es afrodescendiente, según el Instituto de Geografía y Estadística (IBGE) pero la desigualdad también está marcada por la herencia de la esclavitud, cuya salida no tuvo ningún plan para los exesclavos, que a inicios del siglo XX comenzaron a buscar tierras urbanas en la cima de los morros, dando inicio a la confomación de la favelas.
El homicidio de Moise Mugenyi Kabagammbe
El Comité Nacional de Refugiados del Ministerio de Justicia y el de Relaciones Exteriores anunció hoy la creación de un Observatorio de Violencia contra los Migrantes, como una reacción al caso del homicidio del refugiado congoleño Moise Mugenyi Kabagammbe, de 24 años, por el cual están detenidas tres personas.
El congoleño había llegado a Brasil en 2011 huyendo la guerra civil de su país. El asesinato fue filmado por las cámaras de seguridad de la municipalidad de Río enfrente al bar de playa Tropicalia, en Barra de Tijuca, adonde trabajaba eventualmente. Kabagammbe fue a reclamar el pago de dos días de trabajo atrasados y fue golpeado a patadas, trompadas y con un bate de beisbol, para luego ser amarrado a un palo, tras lo cual falleció antes de llegar al hospital.
El intendente de RIo, Eduardo Paes, le quitó la concesión del bar a los agresores y se lo pasó a la familia de la víctima, como respuesta al reclamo de justicia realizado en 15 capitales del país.
El asesinato de un joven a manos de su vecino
El miércoles 2 de febrero en Sao Gonçalo, Gran Rio de Janeiro, el trabajador de supermercado Durval Teófilo Filho, de 38 años, fue asesinado de tres tiros por su vecino, el sargento de la Marina Aurelio Bezerra. Teófilo Filho buscaba sus llaves para entrar al edificio en la vereda, pero el militar dijo que pensó que iba a sacar un arma. Dijo que lo confundió con un ladrón porque era negro.
Según datos del Atlas de la Violencia y Seguridad Pública lanzado en agosto pasado, la chance de un negro ser asesinado en Brasil es 2,6 veces superior a un no negro.
Ignacio Cano, sociólogo del Laboratorio de Violencia de la Unversidad Estadual de Rio de Janeiro (UERJ), sostuvo que Brasil vive en una sociedad "donde la raza lamentablemente ocupa un papel importante y es posible que esto pueda haber influenciado" al militar de la Marina. "La gente que anda armada actúa bajo sospecha permanente al parecer y este es uno de los casos de una sociedad que anda armada", dijo el sociólogo.