Jeff Bezos, fundador y ex consejero delegado de Amazon invirtió en Altos Labs, una empresa de biotecnología centrada en "la programación del rejuvenecimiento celular para restaurar la salud y la resistencia de las células, con el objetivo de revertir las enfermedades para transformar la medicina".
Con 3.000 millones de dólares de respaldo el primer día, Altos Labs ha dado un golpe de efecto con lo que puede ser la mayor ronda de financiación para una empresa de biotecnología, según el Financial Times de Londres.
Altos Labs cuenta con un impresionante plantel de ejecutivos entre los que se encuentran expertos que han trabajado en GlaxoSmithKline, una empresa sanitaria del Reino Unido que desarrolla principalmente productos farmacéuticos y vacunas; Genentech, una empresa biotecnológica con sede en San Francisco que creó el primer anticuerpo dirigido contra el cáncer; y el Instituto Nacional del Cáncer.
Los millonarios y sus inversiones para desafiar a la muerte
La empresa se unirá a Calico Labs, con sede en San Francisco, otra startup que busca desafiar a la muerte; también está financiada por otro rico empresario tecnológico, según un informe de septiembre de MIT Technology Review: Larry Page, uno de los cofundadores de Google.
Bezos no es el único inversor. Yuri Milner -un multimillonario nacido en Rusia que se hizo rico financiando Facebook, así como el servicio de correo electrónico ruso Mail.ru y la red social rusa VK- es otro rico patrocinador.
La participación de Bezos sólo ha sido confirmada a través de personas que asistieron a una gran reunión sobre "cómo la biotecnología podría ser utilizada para hacer a la gente más joven", en la mansión de Milner en Los Altos en octubre de 2020, como informa MIT Technology Review.
Los científicos detrás de Altos Labs
Shinya Yamanaka es un investigador de células madre galardonado con el Premio Nobel, licenciado en medicina y doctorado en farmacología. Dirige el departamento de investigación de células madre de la Universidad de Kioto y se incorpora a Altos como científico principal no remunerado. Su premio Nobel de 2012 honra su trabajo en la "reprogramación" de células, por la que se puede hacer que las células inviertan su desarrollo hacia el de las células madre.
Puede que el trabajo de Yamanaka sea el más destacado en el sentido positivo, pero también forma parte del equipo un científico algo notorio: Juan Carlos Izpisúa Belmonte, cuyo laboratorio fue el que aplicó los hallazgos de Yamanaka a ratones. Izpisúa Belmonte fue objeto de escrutinio y críticas por una investigación que comenzó a hibridar embriones humanos y de mono.