En medio de las crecientes tensiones en la frontera entre Ucrania y Rusia, donde ya hay más de 100.000 soldados rusos apostados, Joe Biden anunció que podría imponer sanciones personales sobre Vladimir Putin, el presidente ruso. En una conferencia de prensa, Biden respondió que "sí" cuando le preguntaron si se veía a sí mismo imponiendo sanciones sobre Putin en caso de una invasión.
Semejante movilización sobre la frontera ucraniana podría tener "enormes consecuencias en todo el mundo" y podría ser "la invasión más importante desde la Segunda Guerra Mundial", de acuerdo al presidente de los Estados Unidos.
La acción colectiva puede mostrarle a Putin que estamos unidos, y ayudar a disuadir una incursión rusa.
La ministra de Asuntos Exteriores británica, Liz Truss, realizó declaraciones en la misma línea que Biden, y planteó que el gobierno del Reino Unido "no descartó ninguna medida", incluyendo sanciones directas sobre el líder ruso. Además, contó que su gobierno está buscando "endurecer" sus sanciones contra las personas, los bancos y los negocios rusos. "Lo más importante -destacó Truss- es que todos nuestros aliados hagan lo mismo". Según la funcionaria, "la acción colectiva puede mostrarle a Putin que estamos unidos, y ayudar a disuadir una incursión rusa".
El gobierno ruso respondió con enojo al comentario de Biden. Dimitry Peskov, vocero de Putin, afirmó que esas sanciones no serían "dolorosas" para el presidente, pero serían "políticamente destructivas". Agregó que los funcionarios rusos más importantes tienen prohibido tener activos o cuentas en el exterior, y que el salario de Putin va al Rossiya bank.