Luego de seis meses de investigación y casi 500 horas de filmación, la Policía bonaerense detuvo a dos de los principales animadores de la noche marplatense- un DJ y su productor- quienes vendían drogas de diseño y organizaban fiestas electrónicas.
Se trata de Alberto Daniel Navarro, más conocido como "DJ Betto" o "BettoRoom", y Eduardo Esteban Freiz, "Tuti", quienes operaban en La Feliz distribuyendo drogas en modo de delivery. Su principal producto eran las pastillas de éxtasis, que vendía a 2 mil pesos cada una.
Ambos fueron allanados por la Dirección de Investigaciones Contra El Crimen Organizado de la Policía Bonaerense que seguía órdenes del fiscal Leandro Favaro. En el procedimiento, Betto no quiso entregarse en paz y arremetió contra los agentes que lo redujeron y detuvieron.
La policía entró con ariete a su domicilio, donde incautaron 250 pastillas de éxtasis, cinco tubos de cristal de MDMA, una balanza, teléfonos, una máquina de contar billetes, 540 dólares, 290 mil pesos y varios talonarios de entradas. Se encontró, además, un revólver calibre 22 con algunas balas.
La bonaerense siguió y filmó a ambos dealers por más de seis meses, donde se interiorizó sobre sus redes y estilos de vida. DJ Betto estaba llevando a cabo una temporada exitosa de fiestas en la playa que publicitaba por Instagram con convocatorias que muchas veces relativizaron el riesgo del Covid: “No dejes que te metan miedo, no te olvides, te quieren POBRE, IGNORANTE Y OBEDIENTE", escribía el hombre de 55 años.
Los detenidos fueron seguidos desde el mes de Agosto de 2021 y hay más de 500 horas de escuchas telefónicas y filmaciones con trabajo de inteligencia dentro de eventos de música electrónica y en ventas tipo delivery.Asi irrumpía la División Antidrogas de la Policía Bonaerense. pic.twitter.com/086GvdsWt0
— Ignacio González Prieto (@igonzalezprieto) January 22, 2022
No sabía que su teléfono estaba intervenido y que sus conversaciones eran leídas por la policía. “Che amigo, no me diste las berenjenas de mi jefe”, le reclamó una compradora en una ocasión. “Y bueno, no me acuerdo lo que te di, gorda”, le replicó. “Voy para Güemes, ahora paso y te las dejo”, le replicó. “Se va todo volando”, apuraba Navarro a otro, con ánimo de liquidar stock.