"Usted se tiene que arrepentir": a 20 años de la icónica pelea entre Samid y Viale, ahora hay merchandising

Un 10 de enero pero de 2002 se produjo uno de los momentos más icónicos de la televisión argentina: la pelea entre Mauro Viale y Alberto Samid. A 20 años del suceso, recordamos como fue la situación y el impacto que dejó en la idiosincrasia nacional.

Solo 20 días después del estallido social del 2001, con el país en llamas, lo que podría haber sido una entrevista más en televisión dio lugar a uno de los momentos más recordados que nos dio el medio. El conductor de Impacto a las 12 -por América- había invitado al carnicero, entonces defensor de la gestión de Eduardo Duhalde, para debatir sobre la política económica del nuevo Gobierno. 

Sin embargo, en un momento el debate subió el tono y Samid le reclamó a Viale su "nombre verdadero" (debido a que escondía su apellido original, Goldfarb) mientras el conductor le recordaba un embargo por 70 millones de pesos/dólares por presunta asociación ilícita y defraudación a la administración pública. Pero todo terminó de escalar cuando el periodista hizo una seria acusación: "Usted avaló la bomba a la AMIA".

Se cumplen 20 años de la icónica pelea entre Mauro Viale y Alberto Samid en plena transmisión en vivo, un momento que se convirtió para siempre en un símbolo de la sociedad argentina.

En ese momento la cabeza de Samid se nubló y la pelea pasó al plano físico: "Usted se tiene que arrepentir de lo que dijo. Usted no puede decir semejante barbaridad", reclamó antes de trompear a Viale entre insultos. La producción no frenó la situación que se avecinaba y la emisión continuó durante un minuto, hasta que se fue al corte. Mientras tanto vimos todo, incluso ese pequeño hombre que se acerca a patear al conductor cuanso se encontraba en le piso.

Desde que ocurrió, y sobre todo desde la aparición de las redes sociales, la pelea entre Mauro Viale y Alberto Samid se convirtió en un símbolo. Hoy en día abundan los memes y referencias que rescatan este inolvidable momento televisivo, desde las ya célebres frases, pasando por el momento de las piñas, y hasta el gracioso final donde se ve a un pequeño hombre que aprovecha para patear al conductor cuando se encontraba en el piso.

Más allá de los memes, se abrió un mercado alrededor de ese momento. Cuadros, muñecos, producciones audiovisuales, remeras, tazas y demás demostraciones de que si hay algo que no le falta a los argentinos, es imaginación. Pero además, demuestra que, por alguna razón, este momento top de la TV argentina caló tan hondo en nuestra sociedad como pocos otros lo hicieron.