El rosarino Juan Manuel Díaz, es el creador del Audi RS Q e-tron, el primer auto eléctrico en ganar una etapa en el Rally Dakar 2022 que maneja Carlos Sainz y que sorprendió al ser altamente competitivo.
“El auto del Dakar fue un pedido de la alta gerencia de marketing que quisieron volver a las carreras de larga duración: uno es su retorno al Mundial de Endurance (WEC) e intentar volver a ganar las 24 Horas de Le Mans y el otro era incursionar en el Rally Dakar con un auto eléctrico”, explicó a Infobae Díaz.
Lo más difícil era hacerlo parecer un Audi, pero lo logramos"
El proceso comenzó en octubre de 2020 y no fue largo ya que en solo diez meses el coche estuvo terminado: “Hacia enero de 2021 se terminó de diseñar, trabajamos con ingenieros aeronáuticos que están dentro de Audi y en agosto estuvo listo el coche. En autos de producción tenés un año y medio y acá lo armamos en nueve meses”, destacó.
El auto es impresionante a la vista y se asemeja a una "nave espacial", de hecho Diaz lo llama "OVNI" y asegura que a veces vuela: "Cuando lo ves en carrera es más impactante. Cada vez que me cuentan cómo reacciona la gente cuando ve el auto, cómo se sorprende, es una enorme satisfacción porque buscábamos este factor sorpresa y la idea era cambiar las reglas del juego”.
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En tanto, Díaz también se sorprendió de haber ganado "con tan poco tiempo de prueba" ya que no es normal que ocurra y compartió que la mayor complicación en la construcción fueron “los tiempos para armarlo porque cada parte tiene su particularidad”. También Carlos Sainz, el conductor, se mostró contento por la performance del auto:
“La idea era aprovechar las proporciones y la toma de aire en el techo, que es muy grande. Nos pidieron que acomodemos la silueta del auto para que tengan relación con los Q8 que son los SUV tradicionales de la marca. Lo más difícil era hacerlo parecer un Audi, pero lo logramos", comentí Díaz.
Y agregó que tampoco "había lugar para poner las luces, aunque lo encontramos. La trompa se cierra mucho desde la cabina y trabajamos mucho para que el piloto pudiera tener la mayor visibilidad. Cuando diseñás el auto era una idea que luego se fue corrigiendo y hubo muchas pruebas aerodinámicas. Lo bueno es que nos dieron mucha libertad porque nos permitieron hacer una cabina muy chica. El auto vive de las proporciones y de las sorpresas”.
