El aumento de casos de Covid en el país con nuevas variantes del virus parecen resultar un dato que contrasta bastante con las imágenes que se registran en Mar del Plata. Desde el comienzo de la temporada, en las playas más conocidas de La Feliz, los multitudinarios after beach ofrecen postales sin barbijos ni distancia social.
Pese a la pandemia que todavía está haciendo estragos, en pleno atardecer cambia la dinámica de Playa Grande: se abren las heladeritas cargadas de bebidas y hielo, se encienden los parlantes y los jóvenes dan comienzo al ritual de la tarde que cada vez se vuelve más popular y polémico.
Es que mientras los centros de testeos colapsan en todas partes, en Mar del Plata no hay aforos ni restricciones en las playas por lo que la actividad recreativa está permitida. Es por ese motivo que las reuniones se presentan al costado del mar.
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Aunque el consumo de alcohol está prohibido, más de uno se las ingenia para ingresar las bebidas alcohólicas que son parte fundamental de la improvisada fiesta que se da todos los días.
Mientras tanto, el incremento de casos de coronavirus cada vez se hace más evidente, por lo que se habla ya de tercera ola. Después de las fiestas, Argentina pasó de 1.600 contagios a más de 80.000 por día. Es que el 4 de diciembre nuestro país registró solo 1.690 infecciones y 30 días después llegó a 81.210.