La Sala I de la Cámara de Apelaciones y Garantías de San Isidro rechazó un pedido de la defensa de Horacio Conzi para ser beneficiado con la libertad condicional. El empresario cumple 25 años de condena por el homicidio de Marcos Schenone.
El 16 de enero de 2003, furioso porque una joven que estaba acompañada por un grupo de amigos rechazó sus invitaciones para salir, Conzi le pidió al encargado de estacionar los autos en su restaurante que le prepare su camioneta 4x4. Salió de Dallas, su megarestaurante de Alvear y Avenida del Libertador, en San Isidro, y comenzó a perseguir al Ford Galaxy en el que viajaba la mujer.
Al llegar a la catedral, Conzi alcanzó al remise y disparó 14 balazos contra el vehículo en el que viajaban el chofer, Rodolfo Fernández y los pasajeros Gustavo Pacheco, Gisella Carabetta, Paula Alonso y Marcos Schenone. Uno de los disparos mató a Schenone, otro destrozó la luneta del auto y un tercer proyectil quedó alojado en un glúteo del remisero Fernández.
Conzi estuvo prófugo dos meses hasta que atrapado en Mar del Plata, disfrazado con una peluca de mujer.
Los jueces que lo condenaron afirmaron que el empresario “actuó con desprecio hacia la vida humana, debido a que disparó contra el remise en el que viajaban varias personas, sin siquiera conocer a algunas de ellas, a lo que debe sumarse la nimiedad del móvil que lo llevó a actuar como lo hizo. Empleó munición KRD, prohibida, del tipo que perfora chalecos antibalas y vació el cargador del arma; factores, en conjunto, que dejan traslucir que se trata de un individuo portador de una personalidad al extremo peligrosa, que no mostró el mínimo arrepentimiento por la conducta que desplegó”.
Conzi adujo problemas de salud y afirmó que necesitaba hacer un tratamiento fuera de la cárcel para reducir los efectos secundarios de un ACV.
Pasó 16 años preso en el penal de Campana hasta que en abril de 2019 fue beneficiado con la prisión domiciliaria, con el monitoreo a través una pulsera electrónica. Pero, después de violar en dos oportunidades las condiciones que le fijaron para que pudiera gozar de dicho beneficio, la jueza Victoria Elías García Maañón ordenó que vuelva a la cárcel.
En mayo de 2019 se arrancó la tobillera electrónica. Dos meses después, salió de su casa y sonó la alarma en el centro de monitoreo. Cuando los funcionarios que debían controlar el dispositivo lo llamaron por teléfono, no atendió.
Para acceder al beneficio de la libertad condicional, Conzi adujo problemas de salud y afirmó que necesitaba hacer un tratamiento fuera de la cárcel para reducir los efectos secundarios de un ACV. La Justicia rechazó su pedido. La resolución fue firmada por los jueces Oscar Quintana y Juan Stepaniuc y por el secretario general de la Cámara, Bernardo Hermida.