Una familia de La Plata y una funeraria de la ciudad protagonizaron este fin de semana una fuerte disputa que por poco no pasó a mayores: mientras esperaban la devolución de los restos de su padre, dos hermanos denunciaron haber recibido las cenizas de otra persona.

El domingo 19 de diciembre falleció Daniel Estanislao Ferrer, padre de los hermanos Mariano y Marcos, quienes junto a su familia decidieron contratar los servicios de Río Sepelios, una funeraria con dos sucursales en la capital provincial. Al día siguiente pagaron el velatorio que se realizó el martes. Luego, los restos del hombre fueron llevados hasta el cementerio Parque La Plata.

El 22 de diciembre fueron citados para buscarlas. Ahí fue comenzó el escándalo: Mariano Ferrer notó que dentro de la urna con las cenizas había un papel con otro apellido distinto al de su papá. En ese momento llamaron a la casa de sepelios, donde les pidieron que enviaran una foto que lo probara y al cementerio, a donde el personal los invitó a acercarse para aclarar la situación.

Una familia denunció que una funeraria le dio las cenizas equivocadas y que fueron maltratados al reclamar, aunque desde el local niegan esa situación y aseguran que los quisieron extorsionar.

En el cementerio, el empleado que lo atendió le mostró cómo trabajaban y le aseguró que tenían estrictos estándares de control, por lo que el error tenía que haber sido de la funeraria. Aún a pesar de la explicación, los Ferrer pidieron que les reintegraran el dinero que habían pagado por el servicio.

Tras recibir la devolución, Mariano fue hasta la funeraria a reclamar lo mismo, donde el personal se negó a realizar la devolución. Mientras estaban en el lugar, escuchó que uno de los empleados hablaba por teléfono con otro cliente y que en la conversación mencionaba el apellido de una mujer que él había visto en el papel dentro de la urna. Por eso, se acercó al mostrador y gritó cerca del teléfono: “Tengo los restos de tu señora”.

Ese gesto provocó el enojo del empleado, que lo increpó por no respetar los protocolos de distanciamiento por la pandemia y le arrojó un insecticida en la cara y tiró las cenizas que supuestamente eran de su padre y que quedaron esparcidas en el piso. "Yo entré en furia, él salió del escritorio, pateó las cenizas que volaron por los aires en una escena dantesca y me dijo ‘ahí tenés los restos’", detalló Ferrer al portal local 0221.com.ar.

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Sin embargo, en la funeraria dan otra versión de los hechos: "No hubo tal discusión. El señor se sacó el barbijo, gritó, tiró una silla contra un vidrio que separa el mostrador y lo están cambiando en ese momento. Las cenizas se le cayeron a él y nosotros salimos corriendo atrás", explicó un empleado a Infobae.

Mientras tanto, la funeraria se niega a devolver el dinero: "Les explicamos cómo era el trabajo y ellos lo que pretendían era una extorsión. Querían la devolución de la plata. Les dijimos que vayan a la Justicia y que ellos resuelvan quién tiene razón. Yo tengo las fotos que me mando donde se ve claramente el nombre de su padre en la urna. Sabemos que hizo lo mismo en el cementerio, lo que quiere es la plata".