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Mundo

A 30 años: así se anunciaba el fin de la URSS, el imperio más grande del mundo

El 25 de diciembre de 1991, el presidente de la Unión Soviética, Mijail Gorbachov, anunciaba su renuncia a través de un discurso televisado. En 11 minutos y 17 segundos, el dirigente del Partido Comunista ponía fin a uno de los procesos más apasionantes, violentos e importantes del Siglo XX, y el comunismo soviético se convertía en cosa del pasado.

Una de las dos potencias, la única capaz de competir contra los Estados Unidos, desapareció de la faz de la tierra, y se deshizo en sus 15 repúblicas originarias. Pocos años antes, en 1989, había caído el muro de Berlín, y las rebeliones en busca de la independencia o la apertura económica se sucedían unas a otras. Gorbachov, protagonista de este hecho histórico, había asumido el poder en 1985, luego de años de estancamiento de la economía rusa.

Para luchar contra la recesión, y descomprimir la situación política, el Secretario General del Comité Central del Partido Comunista de Rusia puso en marcha dos planes de reforma. La Perestroika, un proceso que apuntaba a democratizar el Partido Comunista y liberalizar la economía sin terminar con el planeamiento central, y el Glasnost. Este último suponía una mayor transparencia y apertura por parte del gobierno y mayor libertad de opinión para la sociedad civil.

Sin embargo, las reformas no cumplieron su objetivo. Si bien Gorbachov logró liberalizar parcialmente la sociedad y la economía soviéticas, el descontento y la lucha por la independencia de los países miembros de la URSS continuó hasta llegar a un punto de no retorno. La situación política, combinada con problemas de salud del propio líder, lo llevaron a renunciar y, al dejar su puesto, disolver el experimento socialista. Gorbachov se fue, según se puede ver en su último discurso como presidente de la URSS, orgulloso de las reformas emprendidas, del camino hacia la paz con los Estados Unidos, y su tiempo en el gobierno.

La bandera soviética flamea sobre el Kremlin el 20 de diciembre, pocos días antes de ser reemplazada por la actual bandera rusa.

La crisis final había estallado a principios de diciembre. El 8 de diciembre de 1991, los líderes de los países más importantes de la URSS, Rusia, Ucrania, y Bielorrusia, firmaron una declaración proclamando el fin de la URSS y el comienzo de la Comunidad de Estados Independientes. Rápidamente, se sumaron otras 11 repúblicas, lo que llevó a la renuncia de Gorbachov y la destrucción de la URRS. El 25 de diciembre, el presidente de la URSS emitió su último discurso en ese puesto, y la bandera de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas se izó por última vez. Luego, sobre los mástiles rusos aparecería la bandera tricolor que conocemos hoy en día.  Luego, asumió el poder en Rusia Boris Yeltsin, quien era presidente de la Federación Rusa.

Podríamos haber hecho mejor muchas cosas, pero estoy seguro de que, tarde o temprano, nuestros esfuerzos darán frutos, y nuestras naciones podrán vivir en una sociedad prospera y democrática.

En su discurso final, Gorbachov terminó con una nota de esperanza: "Podríamos haber hecho mejor muchas cosas, pero estoy seguro de que, tarde o temprano, nuestros esfuerzos darán frutos, y nuestras naciones podrán vivir en una sociedad prospera y democrática". Al momento, solo uno de esos objetivos se cumplió, al menos parcialmente. Impulsada por el precio del petróleo y el gas, la economía rusa creció enormemente a partir del año 2000, y la pobreza ronda el 10%. Sin embargo, es imposible definir al gobierno de Vladimir Putin como democrático, tanto por las prácticas electorales fraudulentas como por el encarcelamiento de opositores.