El popular comediante Coco Sily pasó por Mejor País del Mundo para reflexionar sobre sus inicios como payaso en la playa, el vínculo con sus hijos, el feminismo y finalmente se manifestó a favor de la muerte digna.
Cuando era muy joven, Coco Sily viajaba los veranos a vender globos y hacer shows disfrazado de payaso por la Costa Atlántica. Hoy recordó esos momento con "muchísimo orgullo" porque agradeció el hecho de que todo en su carrera "haya pasado de menor en mayor".
"Tengo la sensación que cuando te desarrollas de esa manera en la vida, el sabor se siente distinto", subrayó.
Me deseo una muerte rápida y digna. Espero que cuando me este por morir haya una ley como corresponde que habilite la eutanasia para irte dormidito".
Por otra parte sostuvo que tiene ganas de ser abuelo, aunque por ahora no ve a ninguno de sus cuatro hijos con ese proyecto familiar. Recordó que sus primeros dos hijos fueron una nena y un nene y pensaba que ya no iba a tener más, pero por último tuvo gemelos que lo sorprendieron en un departamentito en Parque Patricios.
Cómo convive "la cátedra del macho" con el feminismo
"Hoy la construcción de la cátedra del macho está absolutamente revolucionada, no por el feminismo sino por la modernidad. El feminismo atacó otras cosas mucho más jodidas como el patriarcado. Eso me parece una revolución", señaló.
Nunca me sentí más que una mujer trabajando o que debería ganar más plata. Si tenia costumbrismos o boludeces de terminar de comer, prenderme un faso y esperar que mi hija y Silvia levanten la mesa".
En ese sentido, Coco Sily afirmó que tuvo "una gran deconstrucción" por parte de su hija a quien definió como "una militante muy extrema" con la que aprendió y logró cambiar principalmente costumbrismos.
"Yo no he tenido nunca en mi componente emocional - y lo juro por mis hijos - componentes patriarcales. Nunca me sentí más que una mujer trabajando o que debería ganar más plata. Si tenia costumbrismos o boludeces de terminar de comer, prenderme un faso y esperar que mi hija y Silvia (su exesposa) levanten la mesa", apuntó.
Su deseo de tener una muerte digna
Finalmente, el humorista dijo que hay una última etapa en el vínculo con los hijos que es "la penosa parte" cuando el padre se vuelve hijo de sus hijos que se encuentra "muy enraizada con el amor, pero también con el dolor" y destacó que llevó una vida "bastante insoluta" por lo que firma "con toda comodidad" morir a los 77 o 78 años.
"Espero que mis hijos estén a la altura de las circunstancias para tratarme como un viejo porque veo mucho maltrato. Hoy siento que me falta mucho porque ha cambiado el paradigma de la vejez. Me deseo una muerte rápida y digna. Espero que cuando me este por morir haya una ley como corresponde que habilite la eutanasia para irte dormidito", completó.
