El domingo fue la gala de eliminación en MasterChef Celebrity y una de las protagonistas de la noche fue María del Cerro, quien se convirtió en tendencia por ponerse a llorar por los nervios al presentar su plato.

La consigna era hacer un plato libre, y cuando le tocó pasar al frente con el jurado, la actriz llevó una ensalada de pato con achicoria. Sin embargo, los nervios y la presión de la situación le provocaron romper en llanto. "Cuando me está por venir lloro", confesó ante Germán Martitegui, Damián Betular y Donato de Santis, quienes luego criticaron positivamente su creación culinaria.

Más allá del resultado, en las redes sociales estallaron con comentarios hacia la modelo, algunos apoyándola y otros criticándola, por lo que publicó un extenso descargo en su cuenta de Instagram: "Pensaba en lo poco acostumbrada que están la personas que consumen la tv/medios de comunicación a ver a 'famosos' llorando, por lo que sea, impotencia, angustia, emoción o felicidad".

Yo soy esto que ven, a flor de piel, nunca pude caretear nada, se me notan las cosas que me pasan, fui siempre así y voy a seguir siendo yo

"Les parece raro o poco común entonces lo primero que sale es la crítica y juzgar al otro, es fácil hacerlo atrás de un teléfono, ¿Todos nacimos cocinando? ¿Todos somos tan fuertes y nadie llora nunca? Yo soy esto que ven, a flor de piel, nunca pude caretear nada, se me notan las cosas que me pasan, fui siempre así y voy a seguir siendo yo", continuó.

En este sentido, aseguró que es "extremadamente sensible" y que su madre es igual. "Muchas veces fui muy exigente con ella o juzgue su extrema sensibilidad. Hoy me encuentro así, por primera vez con el corazón abierto en éste programa mostrándome al 100 en mi virtudes y mis debilidades. Por momentos desbordo", explicó del Cerro.

"Al principio hacía fuerza para controlar y reprimir el llanto, el enojo, el miedo, la vergüenza, trataba de ser dura. Sufría mucho los comentarios en redes y las opiniones, como si muchos supieran cocinar a la perfección o si nunca les diera miedo algo y pudieran llorar. Después, entendí que yo era así, le guste a quien le guste. Con cosas buenas y malas", agregó.

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Sobre el final, contó que "me sigue pasando adentro, nervios, me vibra el cuerpo, el corazón, cada vez que voy adelante con el plato hasta el jurado no entienden como me late el corazón. Para muchos seré la 'llorona' y será fácil criticarme desde afuera. Pero soy real y me muestro sin reprimir mis sentimientos". "Para serles sincera, a mí la crítica me destruye, no me hace bien. Por más que hoy entienda mejor y me enfoque en mí, es inevitable que no te haga mal. Busco fuerzas y aunque duela, seguir siendo yo", concluyó.