La policía santafesina detuvo a un chico de 17 años, por razones que no le explicaron a su familia. Les dijeron que lo iban a llevar a una dependencia para menores. Sin embargo, nunca llegó: terminó en el hospital de Cullen, al cuál entró en estado de coma.
Se trata de Agustín Alexis Altamirano. Todavía nadie le explicó a su madre por qué la policía de Santa Fe detuvo a su hijo. Tampoco contaron dónde estuvo Agustín durante las siguientes cuatro horas, hasta el momento en que un patrullero lo dejó en el hospital José María Cullen. Cuando llegó, ya estaba en coma. Pasó así una semana, y luego empezó a despertar. Por el momento, se encuentra intubado.
Tampoco contaron dónde estuvo Agustín durante las siguientes cuatro horas, hasta el momento en que un patrullero lo dejó en el hospital José María Cullen. Cuando llegó, ya estaba en coma.
Mónica Medrano, la mamá de Agustín, contó: "Lo paraban siempre, como hacen con los chicos ahora, y siempre le pegaban". En declaraciones a Tiempo Argentino, agregó: "Yo le decía que no les grite, que no les diga nada". A Agustín lo detuvieron el sábado 4 de diciembre, momento en que Medrano no se encontraba en la ciudad. Según declaraciones de un testigo, los policías le golpeaban la cabeza mientras lo detenían. Finalmente, lo metieron en un patrullero y se fueron con él.
Lo ingresó el patrullero en coma, no lo llevó una ambulancia".
Cuando el tío del menor detenido fue a buscarlo a la Comisaría Octava, le dijeron que Agustín no se encontraba allí. Luego, cuando lo buscaron en la prisión juvenil, tampoco lo encontraron. Allí les dijeron que nunca llegó al centro de detención, sino que estaba en el hospital Cullen. Una vez allí, finalmente, le contaron a su familia que el adolescente se encontraba en coma. "Lo ingresó el patrullero en coma, no lo llevó una ambulancia", contó su madre. Siguió: "El martes, empezamos a ver que tenía golpes en la cabeza".
Lo paran a las 8 de la mañana, entra 12:45. ¿Las otras horas, donde estaba?".
"Cuando fuimos a pedir una explicación -relató Medrano- dicen que nunca llegó a la Octava". Por eso, reclamó "saber dónde estuvo las cuatro horas antes de estar en el hospital". "Lo paran a las 8 de la mañana, entra 12:45. ¿Las otras horas, donde estaba?" se preguntó la mujer. El adolescente ya estuvo detenido por drogas en dependencias juveniles, por lo que estaba bajo un regimen de libertad asistida. "Hacía dos meses que no se drogaba y no sé por qué fue la detención ahora" planteó la madre.
Este caso se suma a una serie de hechos de violencia institucional que tuvieron una importante repercusión: el de Lucas Gonzáles, asesinado por la Policía de la Ciudad, y el de Luciano Olivera, de Miramar, que murió a manos de la Bonaerense.