La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires aprobó este jueves un nuevo "plan integral de convivencia vial", con varios cambios sobre las normas que rigieron hasta ahora. A partir de la reglamentación de la nueva ley, se comenzarán a inhabilitar a los conductores con tests de alcoholemia y aumentará la exigencia de los exámenes para sacar el registro.
El plan surgió desde el poder ejecutivo de la Ciudad de Buenos Aires, y fue aprobada de forma casi unánime. Recibió 52 votos a favor, y la apoyaron los bloques Vamos Juntos, UCR-Evolución, el Partido Socialista, el GEN, e incluso el Frente de Todos. Autodeterminación y Libertad, la fuerza que dirige Luis Zamora, y el Frente de Izquierda y de los Trabajadores, se abstuvieron.
La aprobación de la ley implica la creación de un "sistema gradual con inhabilitación" para los conductores que den positivo en el test de alcoholemia. Este irá de dos a cuatro meses, dependiendo de la cantidad de alcohol en sangre. Esta misma variable dará la pauta para las multas, que irán de los 8.000 a los 53.000 pesos.
Además, será más difícil obtener la licencia para conducir. El examen de manejo se realizará en la calle, en vez de circuitos cerrados, como se hace hoy en día. Además, la parte teórica consistirá de 40 en vez de 30 preguntas y, para aprobarlo, será necesario tener un 85% de respuestas correctas.