En un adelanto de la primer entrevista a Alec Baldwin tras el accidente en el set de Rust, la cual será emitida hoy por el canal ABC, el actor recuerda a la fallecida Halyna Hutchins y asegura que él "nunca apuntaría un arma a otra persona".
El actor norteamericano habló por primera vez tras el accidente en el que disparó sin intencionalidad un arma en el set, lo que provocó la muerte de Halyna Hutchins, la directora de fotografía: "Era alguien amada y admirada por todos los que trabajaban con ella". Esta noche saldrá al aire la exclusiva a Baldwin por la cadena ABC, a la que podrá luego accederse a través de la plataforma Hulu.
En varias oportunidades se puede ver al actor y productor de Rust llorar y secarse las lágrimas mientras escucha las preguntas del periodista George Stephanopoulos, ex secretario de Prensa de la Casa Blanca, quien al consultarle cómo entró una bala real al set, Baldwin contestó: "No tengo idea. Alguien puso una bala real en el arma, una bala que no debía ni siquiera estar en la propiedad".
Yo no apreté el gatillo. Nunca apuntaría un arma a otra persona y apretaría el gatillo. (...) Alguien puso una bala real en el arma, una bala que no debía ni siquiera estar en la propiedad", dijo Baldwin.
"El gatillo no fue apretado. Yo no apreté el gatillo. Nunca apuntaría un arma a otra persona y apretaría el gatillo. Nunca", enfatiza el actor. "Dijiste que no eres una víctima. ¿Esto es lo peor que te ha pasado?", indaga el periodista. "Sí, sí, porque hago memoria y pienso qué podría haber hecho", responde Baldwin.
Serge Svetnoy, jefe de iluminación de la película, presentó hace dos semanas una denuncia por “negligencia” contra el actor, la producción y Hannah Gutierrez-Reed, la armera de 24 años responsable por las pistolas utilizadas durante el rodaje de la película. Por esta razón, Baldwin contrató a un ex fiscal federal estadounidense para representarlo.
Svetnoy alega que Baldwin -quien también es el subdirector de la película-, Dave Halls -quien entregó la pistola al actor durante el rodaje afirmando que estaba descargada-, y Gutiérrez-Reed no siguieron las prácticas de la industria cinematográfica sobre el manejo de armas y "permitieron que un revólver cargado con munición real apuntara a personas vivas".