Anthony Loffredo es un francés de 33 años que persigue desde hace más de diez un claro objetivo: volverse un alienígena. Para lograr este "proyecto artístico" se realizó diferentes tatuajes, se sometió a intervenciones quirúrgicas y se realizó muchas perforaciones.
Loffredo dice que siempre quiso poder modificar su cuerpo a su antojo, recientemente se ha quitado dos dedos de cada mano para convertirlas en "garras" y asegura que por ahora solo ha completado el primer 33% de lo que significa ser un verdadero "alíen negro".
Entre las intervenciones corporales más llamativas se encuentra un corte en sus orejas y la división en dos de la lengua, que además la tiene tatuada con coloración verde. Sus ojos también están tatuados y son completamente negros gracias a una muy peligrosa operación. Anteriormente se modificó con cirugías su nariz y realizó una deformación del cráneo para insertar protuberancias.
Todos sus progresos en ese sentido los va compartiendo en su cuenta de Instagram llamada “The Black Alien Project” donde cerca de 800 mil personas lo siguen de cerca: “Amo mi cuerpo porque lo modifico como quiero pero a la vez lo odio porque no es totalmente como quiero”, dijo Anthony durante una entrevista con el youtuber René ZZ.
“Yo soy así porque yo quiero ser así, cada quien tiene su objetivo y su pasión, si la gente te juzga lo importante es escuchar tu corazón y tu alma”, afirma en un video subido a su Instagram.
Entre las intervenciones corporales más llamativas se encuentra un corte en sus orejas y la división en dos de la lengua que además la tiene tatuada con coloración verde. Sus ojos también están tatuados y son completamente negros gracias a una muy peligrosa operación. Anteriormente se modificó con cirugías su nariz y realizó una deformación del cráneo para insertar protuberancias.
“No he notado ningún cambio en mi visión, yo me controlo todos los años con un oftalmólogo y la verdad tengo una visión muy buena, no me afecta. Si tú lo haces bien, con un profesional no hay problema”, dijo sobre el tatuaje negro de los glóbulos aculares.
“Con las orejas sí noté un cambio, se nota en el ruido, es muy, no sé cómo explicar, tu oreja externa es como un filtro que absorbe el ruido, como no lo tengo es un poco abrumante, pero ya me he acostumbrado. Ahora escucho y entiendo más a la gente que habla detrás de mí”, agregó el joven que promete seguir mostrando sus avances a través de sus redes sociales.
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