Boca Juniors y Newell’s se enfrentaban por jornada 23 de la Liga Profesional de Fútbol en La Bombonera. El partido, sin embargo, debió ser suspendido debido a las intensas lluvias, que inundaron el estadio.

La jornada del domingo presentó muchas complicaciones desde lo climatológico a raíz de las intensas lluvias que todavía persisten en la Ciudad de Buenos Aires y alrededores.

La Bombonera inundada, un problema frecuente

La dirigencia de Boca pospuso para diciembre el trabajo de drenaje en el césped de La Bombonera para que el campo de juego “responda mejor” ante lluvias como estas. En principio, el foco estaba puesto para fines de agosto, pero la vuelta del público a las canchas en medio de la pandemia por Covid-19 cambió los planes puertas adentro.

En el 2014, durante la presidencia de Daniel Angelici, el club había levantado el 100 por ciento del césped del estadio para modificar el sistema de drenaje y nivelar el campo. El trabajo rindió sus frutos, más allá de que ante un nuevo aguacero, la primera final de la Copa Libertadores 2018 contra River debió postergarse por 24 horas, en noviembre de ese año.

Las obras tendrán una duración prevista de dos meses y en ese lapso, la localía de Boca no se vería afectada.