Mavis Álvarez, la cubana que denunció a Diego Maradona por violarla desde los 16 años, declaró este jueves frente a la justicia argentina como testigo. Relató los malos tratos, golpes y diversos crímenes que sufrió mientras se encontraba en el entorno de Maradona. El juicio es contra allegados de Maradona por trata de personas. Según Álvarez, la hicieron viajar de forma ilegal a la Argentina siendo menor, donde le realizaron una operación de implantes mamarios sin consentimiento paterno.
Álvarez dio su testimonio durante tres horas. Se encontraba en un sistema de cámara Gesell, que la justicia usa habitualmente para los testimonios de víctimas de abusos. En septiembre, la mujer dio una entrevista donde contó que tuvo una relación con Maradona cuando era adolescente, mientras el futbolista trataba su adicción a las drogas en el país que gobernaba Fidel Castro. Sin embargo, según la versión de Álvarez, el jugador seguía consumiendo en Cuba.
Entre los acusados por Álvarez se encuentra el histórico representante de Maradona, Guillermo Coppola, junto a otros amigos del 10 que lo acompañaron en su viaje a Cuba. Los abogados de todas las personas denunciadas escucharon la declaración de la mujer.
El caso lo impulsa la Fundación por La Paz y el Cambio Climático, frente a la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas en Buenos Aires. Luego, se sumó a la denuncia Álvarez, y apuntó que fue traída al país con "fines sexuales" y "bajo presiones". La justicia tiene que determinar si la acepta como querellante. Además de las presiones sexuales, el viaje ilegal y la cirugía sin consentimiento, Álvarez denuncia que el entorno de Maradona no la dejaba salir de la pieza del hotel en Buenos Aires.
La terrible historia de Álvarez con Maradona
Mavys Álvarez nació en La Habana, Cuba, en 1985. En el 2001, recién cumplidos los 16 años, conoció a Diego Maradona, y comenzó una historia horrorosa con el autor del gol del siglo. Maradona la violó, le pegó, la llevó ilegalmente a la Argentina, la obligó a operarse las tetas y a drogarse. Álvarez terminó, por culpa del astro del fútbol mundial, adicta a la cocaína.
En una entrevista con Infobae, Álvarez contó: "Mi mamá vino a verme a la casa donde estábamos en La Habana y (Diego Maradona) no le quiso abrir la puerta". En esa situación, Maradona le "tapó la boca" para que ella "no gritara, para que no dijera nada, y abusó de mi". Su mamá se encontraba del otro lado de la puerta, pidiendo entrar.
Maradona conoció a Álvarez luego de que una persona la encarase por la calle y le preguntara si quería conocerlo. Ella aceptó, y ahí empezó su calvario. Si bien cuenta que "al principio, estaba deslumbrada" por Maradona, "por las cosas que decía' y "por la vida que llevaba", ella "hubiera evitado" conocer a Maradona. Él la inició en el consumo de drogas y "hasta cierto punto" le robó la felicidad.