Una familia quechua denunció haber sido detenida ilegalmente, torturada y discriminada por la policía en Tierra del Fuego mientras practicaba un ritual ancestral por el Día de los Muertos luego de haber sido acusados de “estar alcoholizados en la vía pública”.
El hecho ocurrió en el cementerio municipal Parque del Mar de la ciudad de Ushuaia, la familia se había acercado para rendir homenaje a sus seres queridos. Es tradicional que se celebre la “ayamarkayquilla” o “fiesta de los muertos” para despedir con alegría a los fallecidos cada dos de noviembre.
Me empujaron y caí al piso. Me retuvieron colocándome una rodilla sobre la espalda dejándome casi sin respiración y cuando grité me pusieron otra rodilla en la cabeza y me esposaron", explicó Quisver, una de las víctimas.
Sin embargo, algunos de los presentes se quejaron con la policía y denunciaron que había "ruidos molestos" y "consumo de bebidas alcohólicas", en referencia a que, como parte del ritual, se consume “chicha”, una bebida casera de “leve a mediana graduación alcohólica”.
Una de las victimas, llamada Mariana Daniel Quisver, socióloga, docente, periodista y música realizó la denuncia penal por lo ocurrido y explicó que "es parte de una práctica de los pueblos preexistentes a los Estados Nacionales" que sostienen "como reconocimiento de la identidad quechua aymara".
Nos trataron de “sucios”, “indios” y “bolitas”. Se rieron de nuestro apellido quechua y de lo que estábamos haciendo en el cementerio, y nos dijeron que nos volviéramos a nuestro país”, indicó Quisver
“Sin escuchar ningún fundamento, me empujaron y caí al piso. Me retuvieron colocándome una rodilla sobre la espalda dejándome casi sin respiración, y cuando grité me pusieron otra rodilla en la cabeza y me esposaron. Me agarraron del pelo y me empujaron dentro del patrullero”, contó la referente quechua.
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Luego de salir del hospital fue trasladada a una comisaría donde pasó varias horas con su familia esperando que alguien le de una explicación de lo ocurrido. Recién fue al otro día cuando supieron que la detención había sido por “estar alcoholizados en la vía pública”, aunque nunca le realizaron un test de alcoholemia.
“Nos trataron de “sucios”, “indios” y “bolitas”. Se rieron de nuestro apellido quechua y de lo que estábamos haciendo en el cementerio, y nos dijeron que nos volviéramos a nuestro país”, indicó Quisver que es argentina, aunque sus familiares son de origen boliviano.