Se dieron a conocer los primeros informes de la autopsia realizada al cuerpo de Roberto Sabo, quien fue asesinado el fin de semana mientras atendía su kiosco en Ramos Mejía. El delincuente le habría disparado cuatro veces desde corta distancia con un revolver calibre 22.

Según los resultados que se dieron a conocer de la autopsia, al kiosquero lo ejecutaron con disparos a 30 cm del cuerpo en una situación de lucha donde Sabo intento defenderse. Leandro Suárez y su novia de 15 años, ambos de Fuerte Apache, fueron detenidos con una pistola 6.35 y un revólver calibre 22, el arma homicida. El joven, que salió de un penal federal en agosto del 2020 tras cumplir una condena de seis años por dos hechos de hurto y robo, está acusado de ser el asesino. 

El delincuente le habría disparado cuatro veces desde una distancia de 30cm con un revolver calibre 22. Dos disparos quedaron alojados en su cuerpo, uno de ellos le generó una muerte casi inmediata. La autopsia también determinó que Sabo intentó defenderse.

El kiosquero tuvo 4 impactos de bala en el cuerpo. El primero ingresó a la altura del oído izquierdo, le dañó el cuello y se alojó en el hombro izquierdo. El segundo disparo es el que lo mató. Le dispararon a 30 cm en posición perpendicular y con movimiento ascendente, lo que demuestra el forcejeo. Esta bala dañó el pulmón y el corazón, lo que generó la muerte a los pocos minutos. El tercer disparo es un disparo de rebote, ya que no tuvo la energía cinética necesaria para ingresar. El cuarto disparo dañó uno de los labios de la cara de Roberto.

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Por otro lado, el fiscal Federico Medone ordenó un dermotest sobre las manos de Suárez, que actualmente está detenido en una dependencia de la Policía Bonaerense. El hombre se negó a declarar ante el fiscal, mientras pedía llorando que “no le pida perpetua”.

La familia del kiosquero asesinado en Ramos Mejía comienza el proceso de velarlo. El funeral comenzará hoy por la tarde en una funeraria de Moreno.