"Hoy un chico puede votar a los 16 pero no es punible, ahí hay una contradicción” planteó Horacio Rodríguez Larreta en reacción al crimen en que murió Roberto Sabo. El jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires se subió a la avalancha de soluciones al problema de la inseguridad que salieron a plantear los políticos de diversos espacios, pero con una particularidad. Tenía mal el dato.
Resulta que los jóvenes de 16 años o más no son inimputables, sino que se los juzga como adultos. El sistema penal argentino establece en esa edad el corte, ya que considera que en ese momento se alcanza cierta madurez y se adquiere la capacidad de comprender actos complejos y sus consecuencias.
No es punible el menor que no haya cumplido dieciséis (16) años de edad".
De hecho, en su primer artículo, el régimen penal de minoridad plantea que "no es punible el menor que no haya cumplido dieciséis (16) años de edad". Sin embargo, la ley promulgada durante la última dictadura militar, que cuenta con la firma de Jorge Rafael Videla, aclara que tampoco lo son los menores de 18 si cometieron crímenes menores, penados con multas o "penas privativas de la libertad que no exceda de dos años".
De esta manera, la solución propuesta por Rodríguez Larreta para la inseguridad ya está en marcha. Por lo que deberíamos ver como el crimen comienza a retroceder frente a la espada de la justicia en los próximos últimos 50 años.