Una investigación científica en Reino Unido revela que las mascotas pueden infectarse y desarrollar problemas cardiovasculares al igual que los humanos por la exposición al virus.
En un nuevo trabajo realizado por veterinarios de Reino Unido, se descubrió cómo el coronavirus afecta a los perros y gatos a nivel cardiovascular, especialmente la variante alfa, que es más contagiosa que la cepa original. La investigación publicada en la revista Registro Veterinario de Gran Bretaña revela que las mascotas pueden infectarse con la variante alfa del SARS-CoV-2.
En un nuevo trabajo realizado por veterinarios de Reino Unido, se descubrió cómo el coronavirus afecta a los perros y gatos a nivel cardiovascular.
Todas estas mascotas tuvieron un inicio agudo de enfermedad cardíaca, incluida una miocarditis grave (inflamación del músculo cardíaco). Muchos dueños de estas mascotas habían desarrollado síntomas respiratorios varias semanas antes de que sus mascotas se enfermaran y también habían dado positivo por COVID-19.
“Dada la mayor infectividad y transmisibilidad de la variante B.1.1.7 para los seres humanos, el descubrimiento de perros y gatos infectados con B.1.1.7 destaca el riesgo potencial de que los animales de compañía puedan infectarse por el SARS-CoV-2 con más frecuencia que antes”, concluyeron los expertos