El partido entre Lazio e Inter se convirtió en el más tenso de la octava fecha de la Serie A italiana. La victoria por 3-1 del conjunto capitalino estuvo cargada de múltiples escándalos.
La primera gran polémica llegó en el minuto 81′, cuando Felipe Anderson marcó el 2-1 de la Lazio. Fue el primer tumulto entre los jugadores, lo que obligó al árbitro a amonestar a varios jugadores. La bronca de los del Inter se debió a que la conquista provino de un contraataque luego de una acción en la que Nicolo Barella había quedado tendido en el suelo, reclamando una falta en la mitad de la cancha. En ese momento, Lautaro Martínez, que había ingresado tan solo unos minutos antes desde el banco de suplentes, desató toda su furia por lo ocurrido.
Pero el escándalo mayor se dio una vez que terminó el partido. Los locales marcaron su tercer tanto ya en tiempo de descuento y, cuando el árbitro marcó el final, el brasileño Luiz Felipe lo celebró saltando sobre los hombros del argentino Joaquín Correa, con pasado reciente en el club romano. La reacción de los futbolistas del Neroazzurro fue inmediata y Lautaro, compatriota del Tucu, fue otra vez uno de los más exaltados.
Todo derivó en una trifulca que incluyó empujones, gritos e insultos entre los jugadores y también entre los cuerpos técnicos. Cuando los ánimos se calmaron, el árbitro le mostró la tarjeta roja a Luiz Felipe y el brasileño rompió en llanto.
Producto de esta serie de conflictos, el partido terminó con nueve amonestados: tres en el local (Toma Basic, Sergej Milinkovic-Savic y Felipe Anderson) y seis en la visita (Roberto Gagliardini, Alessandro Bastoni, Denzel Dumfries, Lautaro Martínez, Joaquín Correa y Matteo Darmian). Estas sanciones se suman a la roja que vio Luiz Felipe.