A falta de pocos días para que se venza el plazo que tiene Estados Unidos para extender el tope de su deuda, el Ejecutivo norteamericano evalúa la curiosa posibilidad de acuñar una moneda de platino con una denominación de un billón de dólares.

Hay que tener en cuenta que, en el Congreso, los republicanos se niegan a sumarse a los votos demócratas y éstos se resisten a utilizar los votos propios para solucionar el problema fiscal. Estados Unidos tiene hasta el 18 de octubre para que se apruebe la extensión de pago.

Es que existe desde hace unos 20 años una ley que le permite al gobierno, sin necesidad de que lo apruebe el parlamento, la acuñación de monedas de cualquier denominación siempre y cuando sean de platino.

Lo que hace falta es que el Congreso demuestre que el mundo puede confiar en la capacidad de Estados Unidos de pagar sus deudas.

Aquella norma fue escrita con el espíritu de apoyar la producción de monedas conmemorativas para coleccionistas. El texto asegura que el secretario del tesoro puede “acuñar y emitir monedas de platino de acuerdo con las especificaciones, los diseños, las variedades, las cantidades, las denominaciones y las inscripciones aprobadas a su discreción”.

Ante la alternativa de emitir una moneda de un billón de dólares, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, indicó que “lo que hace falta es que el Congreso demuestre que el mundo puede confiar en la capacidad de Estados Unidos de pagar sus deudas”.