Reconocido como Premio Nobel de Física, Giorgio Parisi fue quien llevó a cabo los prestigiosas investigaciones sobre la teoría de cuerdas y la de los vidrios de espín junto al argentino Miguel Ángel Virasoro.
Hoy la Academia Sueca de Ciencias le otorgó el Premio Nobel de Física al italiano Giorgio Parisi quien llevó adelante uno de los más destacados trabajos de su carrera junto al argentino Miguel Ángel Virasoro, entre cuyas investigaciones de relevancia internacional se cuenta la teoría de cuerdas y la de los vidrios de espín.
Parisi ganó una de las mitades del Premio Nobel (la otra fue para el meteorólogo japonés Syukuro Manabe y el oceanógrafo alemán Klaus Hasselmann) “por el descubrimiento de la interacción del desorden y las fluctuaciones en los sistemas físicos desde la escala atómica hasta la planetaria”.
Junto a Virasoro y al francés Marc Mezard, Parisi descubrió la ultramétrica, organización de los estados de baja temperatura del vidrio de espín en dimensiones infinitas.
Virasoro, que había nacido en Buenos Aires el 9 de mayo de 1940 y falleció el pasado 23 de julio, trabajó junto a Parisi en la década de 1980 en la investigación sobre vidrios de espín.
En las décadas de 1960 y 1970 el científico contribuyó a establecer los fundamentos de la teoría de cuerdas. Durante los primeros estadios de estas teorías, cuando interesaban fundamentalmente como modelos de las interacciones fuertes, investigó la relación entre la descripción en términos de cuerdas y en términos de campos.
En 2020, con 80 años, Virasoro fue galardonado con la Medalla Dirac por sus contribuciones a los fundamentos matemáticos de la teoría de cuerdas. También fue destacado con la Medalla Rammal y el premio Enrico Fermi, lo que permite caracterizarlo como uno de los físicos más destacados de la Argentina.
Además de llevar adelante investigación en la Universidad de Buenos Aires, trabajó en las universidades de Berkeley, Princeton y Turín y fue director del destacado Centro Internacional de Física Teórica de Trieste. Cuando falleció, hace poco más de dos meses, era profesor honorario de la Universidad de General Sarmiento.