La justicia francesa condenó hoy al expresidente Nicolás Sarkozy a un año de prisión por la financiación ilegal de su campaña para la reelección en el 2012. En aquel momento, el dirigente político francés perdió la elección contra François Hollande, del Partido Socialista.
Una corte parisina declaró culpable al expresidente de superar el límite legal de gastos de campaña por millones de euros, e incurrir en más delitos para ocultarlo. Sin embargo, Sarkozy no irá preso, ya que le permitirán cumplir su condena con arresto domiciliario, mientras utilice un brazalete electrónico. El dirigente de centro derecha niega haber cometido ningún crimen, y apelará la sentencia.
Es su segunda condena a un año de prisión. En marzo, Sarkozy se convirtió en el primer presidente en la historia de Francia en recibir una condena que implicase la privación de la libertad. En ese caso, la acusación era por corrupción y tráfico de influencias. Sin embargo, el político sigue libre, ya que está en curso una apelación también por esa causa.
En este último juicio, la acusación contra Sarkozy, y otras 13 personas, fue por su rol en el escándalo "Bygmalion". Este fue un escándalo de corrupción que involucraba a los principales líderes de la Unión por un Movimiento Popular (UMP) en una serie de pagos con sobreprecios y facturas falsas a una agencia de publicidad.
De acuerdo al equipo de fiscales, el partido del expresidente gastó más del doble del límite de 22,5 millones de euros que se puede usar en una campaña. Luego, intentaron cubrir el hecho, pidiéndole a una agencia de publicidad que dirija sus facturas al partido en vez de la campaña. De acuerdo a la decisión que la justicia de Paris tomó este jueves, el expresidente tiene una parte de la responsabilidad por sobre estos hechos de corrupción. Previamente, Sarkozy había sido condenado por intentar coimear a un juez en el 2014.
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