La policía neozelandesa disparó y mató a un "extremista violento" luego de que este apuñaló e hirió a al menos seis personas en un supermercado de Auckland, Nueva Zelanda. La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Arden, planteó que se trataba de un "ataque terrorista". El responsable fue un ciudadano de Sri Lanka que estaba bajo vigilancia policial desde el 2016 por sus posturas con respecto a ISIS.
La policía local reaccionó velozmente, y el ataque duró apenas un minuto. "Lo que pasó hoy fue horrible, cargado de odio" comentó Arden en una conferencia de prensa. "El responsable -planteó la primera ministra- fue un individuo, no una fe". De los seis heridos, tres se encuentran en condición crítica. El alcalde de Auckland, Phil Goff, declaró: "Los trabajadores de la salud están haciendo todo lo que pueden para salvar sus vidas". Agregó: "Estamos horrorizados por lo que sucedió. Sin embargo, la justicia llegó bastante rápido para el criminal".
El responsable fue un individuo, no una fe".

Sin embargo, al entrar al negocio, el hombre agarró un cuchillo y comenzó a apuñalar gente mientras gritaba "Allahu Akbar". Esto significa "Allah es el más grande", y es una frase común entre las personas de fe islámica. Rápidamente intervinieron agentes policiales, quienes dispararon y asesinaron al terrorista.
Tenía 32 años, y había sido condenado a un año de prisión por poseer propaganda de ISIS.