Por Daniela Rago

En este artículo analizaremos los mitos culturales, los beneficios y/o contradicciones (si es que las hay en la práctica a los 50 años), sobre el famoso “baile en el caño” que mutó del erotismo a la acrobacia en los últimos años y ganó miles de seguidores en todo el mundo. 

Pero empecemos por el principio, de que se trata realmente el pole dance. ¿Cuál es su historia? ¿De qué época se remonta? ¿Por qué se lo conoce como un baile erótico? ¿Es saludable practicarlo a los 50 años?

El Pole Dance, baile del caño, o mejor dicho baile de barra vertical es una disciplina que se remonta a la Inglaterra de los años 80 y cada vez tiene más adeptos.

Apenas pensamos en Pole Dance, lo más probable es que pensemos en los famosos bailes de mujeres en poca o casi nada de ropa, bailando provocativamente en bares o discotecas, pero por suerte cada vez tiene más practicantes que lo ven como realmente es: un deporte o un hobby e incluso forma parte de la oferta de muchos gimnasios. 

Es un baile cuyo elemento principal es una barra vertical fija sobre la que el bailarín o bailarina realiza su actividad aeróbica, puede ser mezclado con la danza y puede ser erótica también…¿por qué no?

Empecemos por el principio, de qué se trata realmente el pole dance. Es una disciplina que se remonta a la Inglaterra de los años 80.

Lo importante aquí es que para llevarlo a cabo se necesita una gran fuerza y coordinación, ya que se debe sostener el propio peso corporal al mismo tiempo que se hace el ejercicio. Todas las posturas y movimientos que se realizan requieren de un trabajo a nivel muscular en todo el cuerpo, 

Es importante saber que el Pole Dance es un deporte como cualquier otro. Al igual que una persona va al gimnasio, realiza running, boxeo, etcétera; se trata de una actividad que fomenta el ejercicio tanto muscular como cardiovascular, sumándole un importante componente creativo muy apreciado en función de los movimientos que seamos capaces de hacer sobre la barra.

Muchas Mujeres 5.0 mencionaron el miedo a lastimarse en dicho baile, pero como con todo deporte, con los cuidados necesarios, profesores especializados, los riesgos son los mismos que en toda actividad física.

Otra buena noticia: una sola sesión de Pole Dance puede quemar entre 400 y 800 calorías, según la intensidad con que se lleve a cabo y, al tratarse de un ejercicio físico, ayuda al bienestar general, elimina toxinas y favorece la circulación sanguínea, favorece la producción de serotonina, entre otras cosas.

Su origen data de hace más de doscientos años, cuando empezó a utilizarse el ‘mallkhamb’, una especie de pilar gimnástico para practicar yoga y aumentar la fuerza muscular. Algunos registros dicen que proviene del mundo circense y de las ferias ambulantes que se realizaban a principios del siglo XX. 

Y aquí el origen de la mirada tan sexual sobre el baile del caño: los mismos registros hablan de bailes en barras verticales incorporados en los ‘cabarets’ en la década de los años cincuenta y los cuales eran ejecutados por bailarinas que generalmente terminaban realizando un ‘striptease’. De ahí su asociación con el mundo nocturno.

Algunos registros dicen que proviene del mundo circense y de las ferias ambulantes. Y aquí el origen de la mirada tan sexual sobre el baile del caño: los mismos registros hablan de bailes en barras verticales incorporados en los ‘cabarets’

Para adentrarnos de lleno en este baile para Mujeres 5.0 hablemos de Greta Pontarelli, nada más ni nada menos que cinco veces campeona mundial de ‘pole dance’. Es californiana y se ha convertido, a sus 67 años, en la nueva estrella de la complicada modalidad del ‘pole dance’.

A los 59 fue diagnosticada de osteoporosis y decidió lanzarse a la práctica de este deporte para fortalecer su cuerpo. Su edad no solo no le ha supuesto ningún impedimento a la hora de hacer prueba de una gran destreza y flexibilidad en la barra sino que, además, es precisamente este deporte el que le permite sentirse siempre activa y en buena forma. 

Como el ‘pole dance’ es un baile en barra que requiere de una tremenda preparación atlética, así como una importante fuerza y resistencia, ya que en él se introducen movimientos acrobáticos y equilibrios casi imposibles, el ir practicándolo con cuidado, cada una a su tiempo, ayuda a prevenir desde la osteoporosis hasta el debilitamiento muscular.

Otra buena noticia: Greta llevaba más de 40 años sin hacer deporte y, tal como ella misma cuenta, durante su primera clase no podía ni siquiera subirse a la barra. “Al principio fue duro, pero fui constante y celebré mis pequeñas victorias”, asegura.

Su mantra: el esfuerzo y la motivación

Además de los beneficios para su cuerpo, el ‘pole dance’, también llamado ‘pole fitness’, le ha ayudado a desarrollar enormemente su plasticidad y elasticidad, tema fundamental en el cuerpo a los 50 años. La elongación es fundamental en esta etapa.

Greta es una ejemplo fundamental que nos dice claramente que todos los 5.0 o 6.0 están totalmente capacitados para adentrarse en una disciplina tan dura.

“Por más que nos parezca sorprendente, el ‘pole dance’ es muy apto para nuestra edad, ya que no ejerce presión en las articulaciones. A partir de los 50 empezamos a perder cartílago y cuesta más hacer determinados deportes, como correr. Pero podemos perfectamente volar con la ayuda de la barra. Hay muchos deportes que podemos comenzar con esta edad, pero es necesario aprender a escuchar al cuerpo y saber lo que le conviene y lo que no”.

Para Greta, una de las mejores cosas que le ha aportado su éxito ha sido el poder dar a conocer su historia e inspirar a otros a no dejar que ni la edad ni ninguna otra limitación, les impida conseguir sus sueños: “Muchos dicen que a los 40 ó 45 es muy tarde para empezar a aprender algo nuevo. Si por algo soy feliz, es por poder convencer al mundo de que nunca es demasiado tarde para soñar y ser feliz”.

Si por algo soy feliz, es por poder convencer al mundo de que nunca es demasiado tarde para soñar

Para terminar con este artículo mencionaremos sin lugar a dudas a Valentina Fernández creadora del Instituto Vafpack, Campeona Argentina, Panamericana y Bonaerense de Pole Dance, quien abriera hace pocas semanas el baile del caño en La Academia de ShowMatch con Marcelo Tinelli.

Valentina estudió danza clásica y contemporánea, pero a los 18 años decidió empezar a practicar pole dance. Lo interesante acá para Mujeres 5.0 es la influencia de su mamá Marcela, quien hoy con sus 54 años sube a la barra vertical con tacos super realizando unas piruetas increíbles.

Valentina Fernández nos cuenta su mirada del Pole Dance en Mujeres 5.0 como profesora e hija. Como deporte y baile a su vez permite algo maravilloso que es que una M5.0 pueda desarrollar fuerza física y muscular desde la cabeza hasta los pies (no necesitas más gimnasios), las piruetas realizadas incentivan la imaginación y por ende el entretenimiento, y la elongación y estiramiento es importantísimo para las mismas.

Por último y lo más importante o por lo menos de lo que más se habla: el por qué de tanto erotismo. La ropa…o la poca ropa que se debe usar. Esto es debido a que lo que realmente hace que una pueda sostenerse y agarrarse bien de la barra es la piel.

Por lo cual, ¡a dejar de taparse el cuerpito! Esto lleva a otra mirada por parte de la Mujer 5.0 sobre su propio cuerpo, lleva a desinhibirse, a reencontrarse con cada partecita escondida, tapada y/o oculta. A gustarse, a quererse, en definitiva a encontrar la mejor versión de si misma.

En definitiva el Pole Dance es un ejercicio completísimo para las Mujeres 5.0 ya sea desde lo físico, emocional o motivacional. Además les contamos un pequeño secreto, como nos dice Valentina Fernández: el muy adictivo, quien comienza con sus clases, terminan también con una barra vertical en sus casas. ¡Les recomendamos ir tomando las medidas!