La Ciudad de Buenos Aires tiene, según el último Censo de Arbolado Urbano, realizado en el 2018, 431.326 árboles. De estos, 370 mil se encuentran en las veredas de la ciudad y 60 mil en los parques, las plazas y los boulevares porteños. Al mismo tiempo, hay 40 mil espacios con arbustos, tocones y árboles muertos o vacíos.
Para aumentar el verde de la ciudad, el gobierno porteño diseñó un Plan Maestro de Arbolado, que privilegia las especies mejor adaptadas a las ciudades y que brindan determinados beneficios ambientales a la ciudad. Los encargados de administrar la plantación de árboles son los comuneros. Los árboles que se van a plantar pertenecen a 36 especies distintas, recomendadas por el Plan Maestro.
La estrategia del gobierno de la Ciudad para aumentar el arbolado urbano consta de dos partes. Por un lado, plantar en los espacios verdes, en los parques y plazas de la ciudad. Luego, el objetivo es utilizar las nuevas urbanizaciones, como la del barrio Rodrigo Bueno o la del Barrio Mugica, ex Villa 31, para plantar en sus veredas.
En el Paseo Islas Malvinas, dentro del Parque Indoamericano, se plantaron 440 árboles de tarumá. Esta es una especie nativa, pensada para reemplazar aquellas que vienen del exterior. En el Parque Avellaneda hay 140 especímenes nuevos de liquidámbar, sófora, tilo, crespón, ginkgo y castaño de las indias. Procesos similares se dieron en el Parque de los Niños, donde se agregaron 1.100 árboles, y en la Avenida de los Italianos, en costanera sur. Allí hay 815 árboles nuevos.
Por otro lado, las urbanizaciones de los barrios populares porteños también se usaron para aumentar el arbolado de la ciudad. En Avenida Triunvirato, entre Elcano y Lacroze, se plantaron 60 ejemplares de jacarandás. Allí se construyó la urbanización para los vecinos de Villa Fraga. Luego, en el Barrio Mugica se plantaron 30 árboles.