La oposición venezolana confirmó este martes que decidió participar en las elecciones regionales del 21 de noviembre. Además, lo harán en una lista única para enfrentar al chavismo. En estas elecciones se votan 23 gobernadores y 335 alcaldes, además de concejales y diputados locales. Así, los opositores al gobierno de Nicolás Maduro terminan con su posición de boicot a las elecciones.

Sabemos que estos comicios  no serán unas elecciones justas ni convencionales".

Según explicaron, la decisión se debe a "la difícil situación que atraviesa nuestro país, el sentido de urgencia para encontrar soluciones permanentes a nuestros padecimientos, y el propósito de fortalecer la unidad". "Sabemos que estos comicios -agregaron en un comunicado- no serán unas elecciones justas ni convencionales". Esto se debe a que "la dictadura ha impuesto obstáculos graves que ponen en riesgo la expresión de cambio del pueblo venezolano".

Nos organizaremos, nos movilizaremos y nos fortaleceremos en unidad al servicio de la reinstitucionalización democrática de Venezuela".

Sin embargo, los dirigentes opositores consideraron que las elecciones "serán un terreno de lucha útil para fortalecer a la ciudadanía". Concluyeron: "Nos organizaremos, nos movilizaremos y nos fortaleceremos en unidad al servicio de la reinstitucionalización democrática de Venezuela".

De esta forma, la oposición venezolana abandona el abstencionismo que aplicaba desde el 2017 como forma de denunciar la falta de transparencia electoral. Esto se debe a la incorporación de un nuevo árbitro electoral, que incorporó a dos rectores que no son aliados del chavismo. Además, hay en curso una negociación entre el chavismo y la oposición en México, que logró generar mejores condiciones electorales.