Silvia Cantarella, precandidata a concejal por el espacio evangélico Una Nueva Oportunidad (UNO), repartió chalecos antibalas de fabricación casera en barrios de Rosario. "No queremos que la gente se arme, pero tampoco queremos que una bala nos perfore el estómago", dijo Cantarella, cuyo partido forma parte de la alianza de Juntos por el Cambio.

La precandidata de 50 años aseguró que la medida fue "una forma de pedir ayuda", pues la población necesita protección, "más presencia de la policía, del Estado, la seguridad y la tranquilidad de poder sentarnos tranquilos en la vereda".

Y la referente de UNO agregó: "Las balaceras son algo impresionante. Si no nos cuidan nos tenemos que cuidar nosotros: no queremos que la gente se arme, pero necesitamos cuidarnos y tampoco queremos que una bala nos perfore el estómago"

Las balaceras son algo impresionante. Si no nos cuidan nos tenemos que cuidar nosotros.

Los chalecos están fabricados de forma casera con una tela resistente denominada "cordura", que se caracteriza por ser un material grueso. Además vienen con bolsillos en el frente y en el dorso para agregar material extra de protección. "

No queremos que la gente se arme, pero necesitamos cuidarnos y tampoco queremos que una bala nos perfore el estómago.

Un gimnasio nos donó discos de fundición que se utilizan para hacer pesas, pero después el o la que lo va a usar le puede colocar el material que quiera como planchuelas de fundición y todo tipo de cosas resistentes", dijo.