El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) informó ayer que la inflación del mes de julio fue del 3% y se acumula un 29,1% en lo que va del año. Sin embargo, más allá de los números, la inflación se palpita en los sueldos y en la caída del poder adquisitivo.

Por esto, la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) desarrolló el “changómetro” para analizar cuánto subieron los alimentos y los artículos que se consiguen en los supermercados.

En un estudio publicado sostuvieron que en 2017 un changuito se llenaba con mil pesos y, cuatro años después, se necesitan $4.401. “Mismo changuito, con mismos productos, cuatro veces más”, afirmó Natalia Ariño, economista de FADA.

Yendo a lo particular, el informe destacó que en 2017 se podían comprar ocho kilos de asado con mil pesos y que, con ese mismo dinero, hoy se adquieren uno y medio, por lo que antes comían cuatro familias y hoy no llega a una.

“El problema de la inflación no son los precios, son los pesos”, definió David Miazzo, Economista jefe de FADA, y añadió que “lo que pierde valor es el peso, cada vez necesitamos más billetes para comprar lo mismo: eso es la inflación”.

Siguiendo con el actual billete de mayor denominación como parámetro, hace cuatro años se podían comprar 29 paquetes de yerba de 500 gramos cada uno, mientras que en 2021 solo alcanza para cinco.

“Pero atención, no sólo pasó con lo del supermercado, también con la ropa, las mismas prendas nos cuestan 4 veces más. La ropa nos comprábamos con mil pesos, ahora nos sale cuatro mil”, agregó Ariño.

En ese contexto, la economista mencionó que, en los últimos cuatro años se perdió un 75% de poder adquisitivo en las naftas, ya que, para llenar el tanque de un auto chico con 40 litros de nafta súper en 2017 y, hoy, solo se pueden adquirir diez.