La pastora y diputada Flordelis dos Santos de Souza es acusada de actuar junto a siete de sus 55 hijos para asesinar a su esposo que tenía 18 años menos que ella y que había adoptado cuando era una adolescente. Inmediatamente el congreso de Brasil la destituyo de su cargo con 437 votos a favor y solamente siete en contra.
Anderson falleció en la madrugada del 16 de junio de 2019. Le dispararon 30 balas en la entrada de su casa que compartía con su esposa en Río de Janeiro. Muchos de los disparos fueron realizados en sus genitales, por lo que agonizó durante varios minutos.
La investigación llevó a que la Policía acusara a Flordelis del asesinato de su marido. El crimen habría sido a causa de disputas financieras entre los dos y participaron siete de los 55 hijos que tiene la pastora, fundadora de la Comunidad Evangélica Ciudad del Fuego.
El fiscal Sérgio Luiz Lopes Pereira afirmó que "la diputada le habría dicho a uno de sus hijos que no podía divorciarse para no violentar el nombre de Dios”.
Según algunos testigos, la iglesia que fundó la exdiputada era un centro de rituales de sangre y orgías en las que participaba junto a sus fieles y algunos familiares. Flordelis había adoptado a Anderson, 18 años más joven, cuando él era adolescente. Pero la relación cambio al pasar el tiempo y se casaron en 1994. Juntos le dieron forma a una carrera que la proyectó primero como cantante y luego como pastora.
Finalmente, probó suerte en la política y se le abrió la puerta a numerosos miembros de la congregación evangelista de Brasil. En el 2018, Souza fue elegida diputada federal por el Partido Social Democrático, que apoyó la candidatura del actual presidente, Jair Bolsonaro y tuvo entre sus bases a muchos pastores evangélicos.
Según la fiscalía, De Souza diseñó todo el crimen y convenció a otros imputados a participar en el asesinato. Además, creen que el motivo por el cual asesino a su esposo era porque mantenía un control de las finanzas familiares y no permitía privilegios a los familiares más cercanos a ella. El fiscal Sérgio Luiz Lopes Pereira afirmó que "la diputada le habría dicho a uno de sus hijos que no podía divorciarse para no violentar el nombre de Dios”.