La Unión Industrial Argentina (UIA) se involucró en uno de los temas que genera debate hace semanas: qué pasará con los trabajadores que no se quieran vacunar y no puedan asistir de manera presencial a su lugar de trabajo.
Luego de una reunión de la Junta Directiva, desde la UIA llegaron al consenso de que si un trabajador no quiere vacunarse puede poner en peligro los cuidados del resto de las personas, por lo tanto, podrían terminar la relación laboral.
Daniel Funes de Rioja, presidente de la institución, señaló: “Nadie puede obligar a nadie a vacunarse, pero tampoco nadie puede obligar a una empresa a reinsertar a un trabajador que puede ser un riesgo para la comunidad en el ámbito laboral”.
Nadie puede obligar a una empresa a reinsertar a un trabajador que puede ser un riesgo para la comunidad
En ese sentido, propuso a sus socios que dejen de pagar el sueldo a los trabajadores que no puedan regresar a la presencialidad porque no desean inmunizarse. Dado a que la UIA no tiene potestad sobre las empresas socias, esto fue a modo de recomendación.
“Cada cual hará lo que quiera. Lo que no se puede es ganar un salario sin ir a trabajar. Quien quiera entrar a una fábrica tiene que vacunarse. Si no, no podrá ingresar y el empleador podrá cesar la dispensa, el haber o las asignaciones no remunerativas. Cada empresa lo aplicará o no, no hay obligación ni mandato”, detalló Funes de Rioja.