Para participar de la ceremonia en modo virtual (como casi todo en estos tiempos), solicitan colocarse un pañuelo en la cabeza. Es que uno de los símbolos del sijismo, religión originaria de Punjab -un pueblo que limita a un lado con India y al otro con Pakistán. (Punjab ahora pertenece a India, está dentro de su mapa , pero siguen buscando la independencia denominándose Kalista)- es el turbante. Según cuenta la leyenda, se empezó a usar en la guerra para diferenciarse del enemigo y no ser atacado por soldados del mismo bando.
Además del turbante, hay 5 símbolos sagrados que todo Sikh debe respetar. Kesh: Tanto mujeres como hombres no pueden cortarse nunca el cabello, Kangha: un pequeño peine de madera que se esconde bajo el turbante y simboliza la higiene personal, Kara: una pulsera de acero que se lleva en la mano derecha para recordar la fe en Dios (originalmente pesaba 2 kilos, hoy en día son más pequeñas), Cachera: una prenda de algodón que usan todes como ropa interior, y el famoso Kirpan: un sable o cuchillo. En sus orígenes era una espada ceremonial pero actualmente es sólo una daga pequeña que transportan consigo. Incluso consiguieron permiso para llevarla en los aviones cuando viajan dentro de India. Nunca la desenvainan para atacar. El Kinpan es para defender su cultura, su religión y su templo.
Hombres Sikhs: Turbantes, Kesh y Kara
Las oraciones que se pronuncian durante el evento (Kirtan) del que participa Diario Con Vos, son en un idioma propio de Punyab llamado Gurumukhi y están acompañadas por el sonido de un Armonio de Fuelle manual. Hay un tramo en el que piden ponerse de pie y las plegarias son en español. Es el momento de pedir por la salud de los enfermos (mención especial para los que sufren por el Covid), por los niños, los ancianos y las plantas. Todo está protegido por la energía de Wahe Gurú. De Dios. Uno solo. Creador y destructor.
Ser Sikh en Argentina: sostener el espíritu en alto
En el país hay dos grandes templos: uno en Hurlingam, regido por punjabis, y otro en Rosario de la Frontera, Salta. El día de un sikh comienza muy temprano, a eso de las 5 de la mañana, se da un baño, peina su larga cabellera y recita sus cinco oraciones. Después lleva adelante su trabajo.
Inderveer Kaurhace 10 años se dio cuenta que para estar cerca de Dios no necesitaba “tener tantos ritos”.
En el caso de Inderveer Kaur, (nombre Sikh), relaciones públicas y líder de Sewadares de los Sikhs en Argentina, su tiempo está dedicado a las mesas interreligiosas de las que forma parte. Allí organizan el servicio sikh por excelencia: el Langar, la comida comunitaria.
Inderveer Kaur con las mujeres de la Mesa Interreligiosa en el Senado de la Nación
Su nombre cristiano es Daniela Cáceres González. Es profesora de filosofía y teología de la UCA. Nacida de una familia católica ortodoxa transitó un tiempo dentro de la filosofía hindú Vaishnava. Inderveer Kaur hace 10 años se dio cuenta que para estar cerca de Dios no necesitaba “tener tantos ritos”. Inclusive, y a diferencia de otros credos, los sikhs no están obligados a casarse con personas que profesen la misma religión.
“Cuando conocí el sijismo sentí la unidad de la humanidad. Cada uno de los gurú que existieron hablaban de eliminar las diferencias de castas, de religiones, de credos, de color. Eso era lo que yo quería”, explica. Lo mismo le pasó cuando estuvo en India “crees que es un país muy espiritual y cuando estás ahí te das cuenta que no es tan así”, cuenta con una voz serena y cercana .
La religión que logró lo imposible
El sijismo es una religión fundada por Gurú Nanak (1469-1540) que se desarrolló en el contexto del conflicto entre las doctrinas del hinduismo y del Islam durante los siglos XVI y XVII con el objetivo de lograr la paz entre ambos, cosa que parecía imposible. Sikh significa estudiante. Ellos siempre están aprendiendo más acerca de lo que dice su libro sagrado.
Según la tradición, Gurú Nanak se estaba bañando en el río y desapareció durante tres días y tres noches. En ese momento fue llevado ante Dios, que le encargó la misión de enaltecer su nombre y enseñar la verdadera forma de rezar a los hombres.
En el mundo hay aproximadamente 22 millones de Sikhs, de los cuales 2 millones viven en América del Norte, Europa y las colonias Británicas. En Argentina solo son 300 y bautizados muy pocos. “Ellos quieren vivir la vida cómo el Gurú les enseñó. Ser personas de bien”, resume un parroquiano en el documental Buscando a Dios. “El sijismo es simple, no necesita tener tantos rituales. Solo tenemos que practicar nuestros principios” le dijo Indarveer Kaur a Diario Con Vos.
El sijismo es simple, no necesita tener tantos rituales. Solo tenemos que practicar nuestros principios” explicó Indarveer Kaur.
¿Y cuáles son esos principios? Practicar la meditación y cantar el nombre de Dios en las oraciones (el Naam Japna), llevar una vida familiar, social y comunitaria, practicar el llamado Kirat karo, que consiste en ganar dinero honestamente. Por eso los Sikhs se mantienen con su propio trabajo y comparten el dinero y los bienes dentro de la comunidad, a través del consumo colectivo ( Van de Chakho).
El templo de oro: la cocina más grande del mundo
Langar en templo Sikh
En la ciudad de Amristar está el templo dorado o la cocina más grande del planeta. Todos los días los voluntarios sirven más de 50.000 comidas gratis a quien se presente, sea de la religión que sea.. Es por eso que el templo tiene 4 entradas. Significa que se puede ingresar desde el norte, el sur, el este o el oeste y profesar el culto que cada uno quiera, ser de cualquier color o género y no existen distinciones sociales ni de castas. No hay ningún tipo de condicionamiento que impida compartir un momento en el majestuoso edificio sagrado.
Se puede ingresar desde el norte, el sur, el este o el oeste y profesar el culto que cada uno quiera, ser de cualquier color o género y no existen distinciones sociales ni de castas.
Fue fundado por el cuarto Gurú de los Sikhs: Guru Ram Das y completado por su sucesor Guru Arjan Dev. También, fue destruido varias veces por invasores afganos, hasta que, finalmente en el 1588 fue reconstruido en mármol y cobre y revestido con una lámina de oro.
El Templo de Oro. Amristar, Punjab. India
En las aguas sagradas del estanque que lo rodea viven peces igual de dorados que el templo. Allí los fieles que llegan, al menos una vez en sus vidas, pueden tomar baños de purificación. El templo alberga en su interior el libro sagrado: el Sri Guru Granth Sahib.
“Al principio es raro ver a alguien con turbante, pero los chicos a los que le damos de comer me preguntan por qué los ayudo, en qué creo y yo les digo que es porque me nace del corazón”, resume Inderveer y agrega: “Gurú Nanak decía que la felicidad de uno está en ayudar al hermano y yo lo siento así”.
