El gobierno mexicano inició una acción legal sin precedentes contra los fabricantes de armas estadounidenses. Las autoridades mexicanos están intentando frenar el tráfico de armas de los Estados Unidos a México, dirigido a los carteles mexicanos. Estos utilizan las armas en sus luchas internas y en los ataques a oficiales del gobierno o civiles en este país.

Quienes producen, promueven y fomentan este contrabando desde los Estados Unidos no pueden permanecer impunes".

Hay seis fabricantes de armas denunciados en una corte del estado de Massachusets. Las acusaciones plantean que estas fueron negligentes al controlar a sus distribuidores y que el mercado negro de México es "el alma de su economía". El ministro de Relaciones Exteriores mexicano, Marcelo Ebrard, planteó que diversos productos de Smith & Wesson, Barret Firearms, Colt's Manufacturing, Glock y Sturm, Ruger, fueron diseñados para satisfacer las necesidades de los narcotraficantes mexicanos. Según Ebrard, esta sería una de las formas de los fabricantes de armas para obtener mayores ganancias.

Ebrard declaró: "Vamos a litigar con toda seriedad, y vamos a ganar. Así, vamos a reducir drásticamente el tráfico ilegal de armas a México. Quienes producen, promueven y fomentan este contrabando desde los Estados Unidos no pueden permanecer impunes". El funcionario agregó: "Estas compañías deben frenar inmediatamente sus prácticas negligentes, que dañan a México y generan muertes en nuestro país".

El gobierno mexicano está buscando ganar hasta 10 mil millones de dólares en daños, además de mejoras en la seguridad de las armas y un mayor control en las ventas. Hasta el momento, ninguna de las empresas respondió a la denuncia.