La gimnasta estadounidense Simone Biles, que estuvo en el centro de la escena de los Juegos Olímpicos por su brillante desempeño, fue noticia hoy porque falló en un salto y se retiró de la competencia en equipos.
La situación tuvo expectante a toda la audiencia y la primera información indicó que se trataba de un problema médico. “Será evaluada diariamente para determinar la autorización médica para futuras competiciones”, había informado USA Gymnastics en sus redes.
Una de los rumores que se había difundido era que no era un problema físico sino una cuestión de salud mental. Ahora, Biles lo confirmó. “Desde que entro a escena, estoy yo sola con mi cabeza, tratando con demonios en mi cabeza”, dijo la joven deportista.
Estoy yo sola con mi cabeza, tratando con demonios en ella".
“Debo hacer lo que es bueno para mí y concentrarme en mi salud mental y no comprometer mi salud y mi bienestar. Físicamente, me siento bien, estoy en forma. Emocionalmente, varía según el momento”, señaló a la prensa.
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Biles ya había manifestado esta problemática: “Realmente siento que a veces tengo el peso del mundo sobre mis hombros. Sé que lo olvido y hago que parezca que la presión no me afecta, pero maldita sea, a veces es difícil”.
Hoy volvió a hacer hincapié en este punto: “Venir aquí a los Juegos Olímpicos y ser la estrella principal no es una hazaña fácil, así que estamos tratando de hacerlo un día a la vez y ya veremos”.