Por Federico Yañez

La semana que viene comienzan los Juegos Olímpicos de Tokio 2020+1, los primeros de la historia que fueron postergados, que se jugarán sin público y en medio de una pandemia. Argentina viajó a Japón con 181 atletas, la segunda delegación más numerosa de la historia, con una mezcla de deportistas consagrados, como Luis Scola, Paula Pareto o Santiago Lange, algunos que buscan dar el golpe, como el voley masculino, Agustín Vernice y la nueva generación que busca tomar la posta encabezados por la gran esperanza del deporte nacional, Delfina Pignatiello.

Tokio ganó la sede en el Congreso que se hizo en 2013 en Buenos Aires donde derrotó a Estambul y Madrid y desde entonces invirtió más de 11.000 millones de dólares para organizar por segunda vez los Juegos tras la edición de 1964, que les sirvió para mostrarle al mundo que en menos de veinte años habían logrado recuperarse de la derrota en la Segunda Guerra Mundial y las dos bombas atómicas que Estados Unidos lanzó sobre Hiroshima y Nagasaki.

Desde el inicio de la pandemia el coronavirus amenazó varias veces con cancelarlos. Incluso, una encuesta realizada en mayo revelaba que casi el 60% de los japoneses estaban en contra de la organización. Descartada la chance de que hubiera público extranjero, se había dictaminado que los locales podrían presenciar los eventos con un límite de 10.000 espectadores o el 50% de la ocupación según la sede. Con el crecimiento de los casos diario la organización y el gobierno nipón decidieron la semana pasada directamente prohibir la presencia de público.

Sin embargo, no faltará aliento ya que los robots Pepper y Spot, creados por Softbank y Boston Dynamics, estarán en las tribunas. Desde febrero del año pasado registran 825.000 casos y casi 15.000 muertos, con una media actual de 2100 contagios diarios. El país comenzó a vacunar en febrero y solo tiene un 17% de sus 126 millones de habitantes con ambas dosis, lo que los hace más vulnerable a la variante Delta.

Hay grandes adelantos tecnológicos que suelen presentarse en estos eventos y Japón es siempre vanguardia en esa materia.

Ya en 1964 sorprendieron cuando los Juegos se transmitieron por primera vez vía satélite a Estados Unidos y Europa gracias a un acuerdo entre la Nasa y el gobierno asiático o gracias al aporte de Seiko se pudo instaurar el cronómetro electrónico y el photo finish para definir a los ganadores en las carreras de velocidad. Para este año algunos de los avances serán robots traductores en tiempo real en las distintas sedes, autos eléctricos sin choferes que trasportarán a los deportistas, reconocimiento facial para facilitar los protocolos de seguridad o el uso de inteligencia artificial para que los jueces puedan analizar en tiempo real los movimientos durante las competencias.

Estos serán los primeros Juegos de la era post Usain Bolt y Michael Phelps, pero hay varios y varias dispuestos a llenar ese hueco. Shelly-Ann Fraser Pryce fue dos veces oro en los 100 metros llanos, y a los 34 años, tras ser madre, la jamaiquina registró este año el segundo record histórico detrás de Florence Griffith-Joyner, que lo hizo en 1988 y que es eternamente sospechado de si lo hizo incurriendo en doping.

Estados Unidos es la gran potencia deportiva mundial que apuesta a la consagración definitiva de dos de sus figuras en Río 2016: Simone Biles y Katie Ledecky.

Estados Unidos es la gran potencia deportiva mundial que apuesta a la consagración definitiva de dos de sus figuras en Río 2016: Simone Biles y Katie Ledecky. La gimnasta, cuatro oros y un bronce en Brasil, ganó los trials de su país y este año fue noticia por haber ejecutado un doble mortal Yurchenko, un movimiento que nunca había sido realizado por una mujer. Ledecky es la dama del agua, atesora un bronce y cinco medallas doradas, la primera en Londres 2012 cuando solo tenía 15 años. En el atletismo, el foco también estará puesto en el sueco volador, Armand Duplantism de solo 21 años, dueño de los records indoor y outdoor en salto con garrocha, donde ha llegado hasta los 6,18 metros. Más conocidos para el gran público, Kevin Durant liderará al equipo masculino de básquet de la NBA a su cuarto oro al hilo, mientras que Novak Djokovic buscará aprovechar la ausencia de Rafael Nadal y Roger Federer para conseguir el único logro que le falta, ser campeón olímpico. El serbio ya ganó en lo que va del año los tres Grand Slam que se jugaron, Australia, Roland Garros y Wimbledon y si suma el oro y luego el US Open logrará una hazaña que solo alcanzó Steffi Graf en 1988, el Golden Slam.

La delegación argentina y sus posibilidades

Argentina viaja a Tokio con distintos objetivos: destacan candidatos a medallas y otros a dar el golpe. Los abanderados serán Santiago Lange y Cecilia Carranza, campeones hace cinco años en Nacra 17, una de las categorías del yachting. En los últimos tres mundiales salieron terceros, novenos y décimos, y son candidatos a subir al podio. Para él serán sus séptimos Juegos Olímpicos donde ganó una medalla de oro y dos de bronce. Si suma una cuarta empataría a su ex compañero Carlos Espínola y a Luciana Aymar como los argentinos con la mayor cantidad de preseas. La vela viene entregando medallas de manera ininterrumpida desde Atlanta 1996 y el director técnico deportivo de la Federación Argentina de Yachting (FAY), Alejandro Cloos, pronosticó en una nota con Télam que los velistas nacionales "mejorarán la performance" de hace cinco años y que "será un campeonato de adversidades".

Argentina viaja a Tokio con distintos objetivos: destacan candidatos a medallas y otros a dar el golpe.

Campeona defensora, Paula Pareto tendrán en Japón su despedida del alto rendimiento, donde irá por su tercera medalla.  Séptima en el ranking mundial de hasta 48 kilos en judo, sabe que esa ubicación es relativa puesto que alterna con su carrera como médica, lo que la hace competir menos, aunque sus rivales saben de su calidad.

Las Leonas buscan dar vuelta la página tras el séptimo puesto en Río 2016 que les valió cortar una racha de cuatro torneos seguidos subiendo al podio. Segundas en el ranking mundial, fueron sextas en el mundial de 2018, han competido menos de lo deseado por la pandemia, pero tienen en el banco nuevamente a Carlos Retegui, que suma cuatro medallas olímpicas como entrenador entre mayores y juveniles. Tras el golpe en los Juegos pasados, los Leones no dejan de ser una opción a meterse en la pelea. Tampoco hay que descartar al fútbol que conduce Fernando Batista, que no va con el plantel más poderoso, pero sí con un equipo que lleva tres años de trabajo y tendrá como principales rivales a España, Alemania y Brasil, donde estará Dani Alves como uno de los tres mayores de 23 años.

Hay muchas expectativas sobre Delfina Pignatiello, aunque también, hay que ser cautos porque tiene 21 años y son sus primeros Juegos. Bicampeona mundial juvenil en2017 y tricampeona panamericana en Lima 2019, la nadadora competirá en 400, 800 y 1500 metros, las mismas distancias que Ledecky, aunque sus registros marcan que podría alcanzar alguna final A. Además, será la exponente de una camada que fue medallista en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires 2018 como los boxeadores Brian Arregui y Mirco Cuello o los rugbiers Lucio Cinti, Ignacio Mendy y Marcos Moneta, miembros del equipo de seven que estuvo a un drop de pelear por medallas en Rio y buscará hacerlo en Tokio.

Agustín Vernice fue campeón mundial Sub23 de K1 en canotaje y finalista en los últimos dos mundiales de mayores y aspira a repetir en el plano olímpico. Lele Usuna, subcampeón panamericano de surf y dos veces campeón mundial ISA, quiere meterse en la pelea en un deporte que debuta en Tokio. Mientras que el tenis, de la mano de Diego Schwartzman en singles y la dupla Horacio Zeballos-Andrés Molteni en dobles, buscará sumar en un deporte que ya dio cinco medallas en la historia.

El seleccionado masculino de voley viene desde hace diez años con la base de los juveniles que fueron N°1 del mundo en 2009 y siempre generan expectativa con Facundo Conte a la cabeza. Jugaron la Nations League en Italia que comenzó con la merma de parte del plantel por Covid y ya en los Juegos pasados tuvieron una primera ronda impresionante, aunque en cuartos fueron eliminados por Brasil, a la postre medalla de oro. El básquet ya dio sobradas pruebas de que nunca hay que dejar de apostar por ellos. Si bien perdieron los tres partidos preparatorios, hace dos años nadie los imaginaba candidatos en el mundial de China y volvieron con el subcampeonato. Además, será probablemente la despedida de Luis Scola, el último eslabón de la Generación Dorada y el debut de Leandro Bolmaro, que viene de ganar la Liga de España con Barcelona y se irá a la NBA.

Desde el 23 de julio y hasta el 8 de agosto los Juegos Olímpicos de Tokio se jugarán a contraturno durante las noches y las madrugadas argentinas, con una delegación que nuclea a casi todos los mejores deportistas de los últimos 10 años -solo faltarían Messi y Del Potro- y a muchos de los que serán las caras de los próximos. Se vienen dos semanas de sueño, televisión y mucha expectativa.