El debate por la posibilidad de un ingreso universal genera discusiones hacia el interior del Gobierno y en las últimas horas el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, volvió a insistir con que es necesario que exista.
Esta medida está siendo analizada en el gabinete y hay posiciones encontradas. Algunos creen que no debería solicitarse una contraprestación laboral por este beneficio y otros piensan lo contrario. Además, hay incertidumbre respecto a la capacidad financiera para asumirlo.
Daniel Arroyo, por su parte, consideró en una entrevista en Crónica que esta herramienta ayudaría “a mover la economía desde abajo”. Este “salario básico universal” estaría destinado a los sectores más vulnerables y estiman que alcanzaría a aproximadamente tres millones de personas.
A mí me parece que, para adelante, hay que discutir un ingreso universal de base.
Si bien el ministro reconoció que “no hay condiciones fiscales para hacerlo”, señaló que se debería tomar una medida de este tipo en el futuro. “A mí me parece que, para adelante, hay que discutir un ingreso universal de base. Yo creo que tenemos que ir en la Argentina a un ingreso universal de base que contemple, al menos, a 3 millones de personas, siempre con contraprestaciones laborales”, manifestó.
Una posibilidad que barajó Arroyo fue que quien reciba el 50% del salario mínimo “tendría que trabajar, ya sea en una empresa o en el sector público, o montar su propia actividad productiva o capacitarse”.