Los efectos secundarios del tratamiento de radioterapia e inmunoterapia que sigue, han convertido sus días "en un infierno". Françoise Hardy pidió al estado francés que le de la posibilidad de una muerte digna y que la acompañen como hizo ella con su madre.

En una entrevista concedida a la revista Femme Actuelle, la cantante francesa de pop ícono de los sesentas, contó el momento que le toca atravesar: "Me pudrieron la vida durante dos años y me debilitaron cada vez más por la ausencia de saliva, la falta de irrigación de toda la zona otorrinolaringológica, sequedad general y hemorragias nasales, y otros problemas asociados. También se ha producido una disfunción tiroidea. En cuanto al tímpano y las secreciones de la otitis serosa, me he quedado sorda".

Me pudrieron la vida durante dos años y me debilitaron cada vez más por la ausencia de saliva, la falta de irrigación de toda la zona otorrinolaringológica, sequedad general y hemorragias nasales", expresó la artista.

Hardy reveló el sufrimiento con el que vive desde que le diagnosticaron un cáncer de faringe en 2018. Con dolores que la morfina ya no calma, Hardy no puede hablar, no produce saliva y apenas puede tragar. "Mi sufrimiento físico ya ha sido tan terrible que tengo miedo de que la muerte me obligue a pasar por uno aún mayor", explicó.

La artista contó que su madre murió ayudada por un médico y por ella, previa aprobación y cuando ya no pudo soportar más las secuelas de su enfermedad. "Me gustaría tener esta oportunidad, pero dada mi notoriedad, nadie querrá correr el riesgo de que le expulsen del ejercicio de la medicina", declaró.

Sucede que aunque la mayoría de ciudadanos franceses están a favor del suicidio asistido para los enfermos terminales, la legislación no lo permite. En abril pasado, la Asamblea Nacional rechazó un proyecto de ley para despenalizar la eutanasia.