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Columnistas

Productos Ultraprocesados: La importancia de disminuir su consumo

Por Jesica Lavia

Hace no tantos años ni siquiera los conocíamos con este nombre. Hoy sabemos que su consumo frecuente es perjudicial para la salud. La evidencia científica avanza y con ella es importante replantearnos nuestra alimentación.

El concepto de ultraprocesamiento fue creado por la Universidad de San Pablo para analizar cómo la naturaleza, el grado y el procesamiento de los alimentos es lo que explica cuál es la relación entre alimentos, nutrición, salud y enfermedad. Esto ahora es reconocido por la FAO, la OPS y por revistas científicas.

En la actualidad el factor más importante al considerar los alimentos, la nutrición y la salud pública, no son tanto los nutrientes ni los alimentos sino lo que se les hace a los alimentos y a los nutrientes que estos tienen originalmente antes de comprarlos y consumirlos. Es decir que la cuestión pasa por el procesamiento de los alimentos y por las consecuencias del mismo en dichos alimentos y en quienes los consumimos. En conjunto, estos y otros factores, entre ellos el impacto de las comidas y bebidas ultraprocesadas sobre la vida social, la cultura y el medio ambiente, muestran que en la actualidad es necesario prestar especial atención al procesamiento de los alimentos y a los productos ultraprocesados.

Los datos son preocupantes: en Argentina el promedio de consumo de ultraporcesados (UP) es de 185 kilos por habitante por año. Liderando el ranking mundial en consumo de gaseosas con 131 litros per cápita. Los UP al ser nutricionalmente desequilibrados tienen muy mala calidad nutricional. En general son extremadamente sabrosos y pueden generar adicción. Son fáciles de consumir y por ende fácilmente reemplazan comidas y platos nutritivos. Muchas veces imitan a los alimentos saludables (un claro ejemplo son las sopas instantáneas).

Además, muchos de estos productos crean una falsa impresión de ser saludables mediante la adición de vitaminas sintéticas, fibra, minerales y otros compuestos, reemplazo del azúcar por edulcorantes artificiales o la reducción de sodio, esto permite que los fabricantes los publiciten como saludables cuando no lo son (por ejemplo esto sucede con los jugos “de naranja” en cajita adicionados con vitamina C). Son creados para venderse masivamente y tienen una producción barata. Se anuncian y comercializan de manera energética.

Son creados para venderse masivamente y tienen una producción barata. Se anuncian y comercializan de manera energética.

Debido a la publicidad, estos productos resultan atractivos e interesantes, en especial para los niños y
jóvenes. El propósito global del ultraprocesamiento es crear productos alimentarios de marca, convenientes (durables y listos para consumir), atractivos (super sabrosos) y altamente rentables, diseñados para desplazar a todos los otros grupos alimentarios. Los UP en general tienen un envase atractivo y una intensa comercialización. Incluyen componentes como: aceites hidrogenados, proteínas hidrolizadas, azúcares de todo tipo en exceso, jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF) o almidón modificado, edulcorantes, glutamato monosódico, aditivos como estabilizantes, espesantes, aromatizantes artificiales, antioxidantes, entre muchos otros.

Los productos ultraprocesados no son alimentos sino formulaciones industriales elaboradas a partir de sustancias derivadas de los alimentos o sintetizadas de otras fuentes. La mayoría de estos productos contienen poco o ningún alimento natural. En general, los estudios muestran un crecimiento exponencial del consumo de
productos UP y confirman que estos desplazan a los alimentos no procesados o mínimamente procesados y a los platos caseros.

Los estudios también señalan que el consumo de productos UP aumenta la densidad calórica global de las dietas y su contenido de grasas saturadas, grasas trans y azúcares libres y disminuye la fibra, el magnesio, el potasio, la vitamina A, el hierro y el zinc en la alimentación. Estudios ecológicos, estudios transversales y estudios de cohortes documentaron una asociación directa entre productos ultraprocesados, síndrome metabólico, diabetes, hipertensión y dislipidemias.

Los productos ultraprocesados no son alimentos sino formulaciones industriales elaboradas a partir de sustancias derivadas de los alimentos o sintetizadas

El consumo frecuente de productos UP afecta la nutrición y la salud. La evidencia indica que el alto consumo de productos UP está conduciendo al aumento de la carga global de enfermedades crónicas no transmisibles relacionadas con la alimentación. La evidencia indica también que este cambio en los patrones alimentarios puede empeorar aún más la carga de deficiencias de micronutrientes en los países de ingresos bajos y medios, a pesar de que ciertos productos UP están fortificados con algunos de ellos.

Los productos ultraprocesados y sus fabricantes también están causando problemas sociales, culturales, económicos y ambientales. Margaret Chan, Directora General de la OMS explicó que los esfuerzos para prevenir las enfermedades no transmisibles chocan contra los intereses de poderosos agentes económicos: “Ya no son solamente los grandes del tabaco. La salud pública debe enfrentarse también a los grandes de los alimentos, a los grandes de las bebidas gaseosas, y a los grandes del alcohol”.

Este cambio en los patrones alimentarios puede empeorar aún más la carga de deficiencias de micronutrientes en los países de ingresos bajos y medios.

Todas estas industrias temen las regulaciones y se protegen a sí mismas recurriendo a técnicas similares que incluyen la creación de grupos de presión, lobbies, promesas de auto-regulación, pleitos e investigaciones financiadas por la industria, que confunden la evidencia y deja al público con dudas. Para dar la imagen de corporaciones respetables contribuyen con dinero a causas justas, culpan a las personas por el daño a su salud y consideran que las acciones gubernamentales interfieren contra la libertad personal y la libre elección. “Se trata pues de una gran oposición. Los poderes del mercado se traducen inmediatamente en poder político. Pocos gobiernos priorizan la salud sobre los grandes negocios. Como sabemos por experiencia con la industria del tabaco, una corporación potente puede vender al público prácticamente cualquier cosa”.

La producción y el consumo de productos UP también están perjudicando al medio ambiente. Botellas y otros envases de los productos UP crean enormes cantidades de basura, gran parte de ella no biodegradable. Por todo esto, es importante disminuir el consumo de productos UP, ya sea bajando su frecuencia y o su cantidad. Creeme que tu salud te lo va a agradecer.

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