Cancillería justificó su decisión de abstenerse de condenar en la OEA las detenciones de líderes opositores en Nicaragua a partir del “principio de no intervención en asuntos internos” y de la inconveniencia de “imponer pautas desde afuera o de prejuzgar indebidamente el desarrollo de procesos electorales”.
Felipe Solá explicó en un comunicado: “En este contexto, no nos fue posible acompañar el proyecto de resolución puesto a consideración hoy en el Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA)”.
“Es perentorio que la OEA retome el espíritu constructivo de su Carta. Agradecemos el esfuerzo negociador de algunos Estados miembros y hacemos un nuevo llamado a restablecer el diálogo interamericano. Expresamos nuestra disposición plena para colaborar constructivamente. Estamos convencidos de que esta situación será superada por las y los propios nicaragüenses, resguardando la convivencia pacífica, la división de poderes, el respeto a las minorías, las garantías constitucionales y, en general, el pleno respeto de todos los derechos humanos”, continua.
La resolución terminó siendo aprobada, con el voto a favor de 26 países, por el Consejo Permanente. Condena “inequívocamente” la detención, hostigamiento y restricciones arbitrarias impuestas a candidatos presidenciales, partidos políticos y medios independientes, y pide la “liberación inmediata de los candidatos presidenciales y de todos los presos políticos”.
Votaron en contra Bolivia, San Vicente y Nicaragua, que condenó la injerencia del organismo multilateral y acusó a Estados Unidos de desplegar una “política intervencionista”. Belize, República Dominicana, Honduras y México se abstuvieron de la votación de la misma manera que Argentina.