Con el 99,795% de las actas escrutadas, Pedro Castillo se adjudicó la victoria y, por lo tanto, la presidencia. Por el momento, el candidato de Perú Libre tiene un 50,206% de los votos, y Keiko Fujimori, la candidata de Fuerza Popular, el 49,794% de estos. Dada la diferencia y la tendencia de la votación, el dirigente sindical considera que la situación ya no va a transformarse y es el momento de definir la elección.
Al anunciar su victoria, Castillo le dijo a sus seguidores: "Seremos un gobierno respetuoso de la democracia y la Constitución actual". Además, le exigió a las autoridades electorales "no mancillar" la voluntad popular, y le pidió a sus seguidores "no caer en la provocación". Según el dirigente sindical, un informe realizado por su partido ya tienes los resultados finales de la elección, y le da la victoria Perú Libre.
Hemos notado que ha habido una estrategia de Perú Libre para distorsionar los resultados que reflejen la voluntad popular".
Sin embargo, la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) de Perú aún no se define, y el partido de Fujimori ya denuncia fraude. La candidata de Fuerza Popular declaró: "Hemos notado que ha habido una estrategia de Perú Libre para distorsionar los resultados que reflejen la voluntad popular. Me estoy refiriendo al proceso de impugnaciones de actas, donde la mayoría de estas tratan de evitar que tienen mayor votación contra Fuerza Popular, no se han contabilizado". Además, aseguró: "Hay una clara intención de boicotear la voluntad popular".
Las autoridades electorales de Perú desmintieron las acusaciones de Fujimori. Argumentan que la elección fue limpia, y piden calma. El conflicto electoral genera conflictos y escándalos en otros sectores de Perú. En el periodismo, por ejemplo, se produjeron despidos de varios periodistas. Nuestros colegas denunciaban presiones por parte de los dueños de sus medios para tener una linea editorial muy marcada contra Pedro Castillo y su partido.