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Sociedad

Hacer lo correcto: los que viven de forma sustentable

 

Por Andrea Ruggieri

Ser Sustentable es proponer el surgimiento de una mirada. Que las personas sean capaces de desarrollarse en armonía con su entorno natural y social. Para quienes se aventuraron en una forma de vida más amigable con el medioambiente, actuar de manera sustentable no es hacer lo correcto, sino la única manera de hacer las cosas.

La sustentabilidad es la capacidad que tiene una sociedad para hacer un uso consciente y responsable de sus recursos, sin agotar o exceder su renovación y sin comprometer el acceso a estos por parte de las generaciones futuras.

En muchos casos, la llegada de les hijes y el proyecto de armar una familia traen consigo ciertos cuestionamientos: ¿Qué le voy a dar de comer? ¿Vamos a vivir en un departamento y no van a tener espacio para jugar y correr? ¿Voy a trabajar todo el día para pagar el costo de vivir en la ciudad?. “La libertad es un desafío y de esa libertad hay que hacerse cargo”, dice Leandro Argenta, que junto a su compañera Paula Bexiga fundó La Zaranda, un emprendimiento de alimentos y granos orgánicos, libres de pesticidas y herbicidas peligrosos para la salud de los seres vivos.

En un momento, las distintas inquietudes sobre varios temas que parecían independientes unos de otros, comienzan a unirse. Entonces, la idea de cambiar la forma de vida se hace más concreta. El parto respetado, la permacultura (disciplina de diseño que cuestiona el sistema contaminante y de explotación), la construcción con barro, la alimentación consciente. Todos estos conceptos se pueden observar como asuntos separados, pero en realidad están íntimamente relacionados.

Para quienes se aventuraron en una forma de vida más amigable con el medioambiente, actuar de manera sustentable no es hacer lo correcto, sino la única manera de hacer las cosas.

“Llegás a la alimentación consciente porque eso te va a dar más salud, pero para tener alimentos saludables necesitás una agricultura saludable. Entonces pensás en cómo hacer para no contaminar la tierra y el agua. Eso te lleva a reflexionar en el tratamiento que vas a hacer con las aguas de tu casa”, explica a Diario Con Vos Nicolás Biebel, quien dedica sus días a acompañar a las personas que quieren transicionar y empezar una vida en la naturaleza. Y agrega:  “Cuando cuestionas todo eso te das cuenta que todo es parte de una misma matriz ya fracturada”.

Tenemos un solo planeta y no podemos seguir consumiendo como si tuviéramos dos o tres”, dice Angie Ferrazzini, directora de Sabe la Tierra. Angie comenzó con el proyecto del mercado de productores de alimentos orgánicos cuando se topó con una realidad: en la ciudad no lograba abastecerse de alimentos saludables para darle a su familia. La periodista y emprendedora empezó con un pequeño mercado en el jardín de su casa en el 2009 y hoy tiene 11 ferias entre Buenos Aires y Necochea. Pero, ¿se puede ser sustentable en la ciudad?. “Solo en la ciudad te venden una calabaza pelada cortada y en un paquetito”, explica Nicolas Biebel. 

Llegás a la alimentación consciente porque eso te va a dar más salud, pero para tener alimentos saludables necesitás una agricultura saludable". (Nicolás Biebel) 

“No es lo mismo pagar la leña para calefaccionar tu casa que conseguirla vos”, explica Leandro. “Puedo hacer muchas cosas para ganar dinero pero no tiene sentido trabajar para ir a la verdulería. Yo sé lo que produzco y cómo. Lo que compro en la verdulería, lo que sé es que se produce de formas nefastas”, sentencia el agricultor.

Los miedos

“Me la pasaba llorando y me decía: ´Cualquier cosa, volvés´. Pero no volvés”, cuenta Paula. Con  Leandro vivían en Tigre, tenían un taller de cerámica y 2 hijes. Tenían huerta orgánica y compost. A medida que el taller fue creciendo, la huerta y la familia también. Necesitaban espacio porque querían construir su propia casa con barro y ese espacio no lo iban a conseguir en la ciudad. Pero no era fácil. Al recordar esos tiempos, Paula se sinceró: “me daba miedo que no me gustara vivir en el campo. Su soledad, su noche... pero con el tiempo empecé a sentir los tiempos de la tierra, de la luna y me fui convenciendo”.

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La Zaranda: molienda de trigo sin pesticidas ni agrotóxicos

Construir una casa es el gasto energético más grande que el ser humano tiene en su vida”, explica Biebel mientras relata que, en su caso, también quería construir en barro. Sin embargo, esa vorágine de querer concretar su deseo le jugó varias malas pasadas y “terminó siendo un proyecto de obra más caro del que podía pagar por no haber buscado más presupuestos”.

Construir una casa es el gasto energético más grande del ser humano en su vida” (Nicolás Biebel)

En las consultas de los “transicionistas” que le llegan a Biebel, la más recurrente es “¿de qué laburar?”. El fundador de la editorial Econautas observa que “el primer obstáculo es mental”. También menciona que la cuestión vincular genera miedos: cuando hay hijos escolarizados, por ejemplo. “Es un trasplante. Hay que sacar la planta y cortar un poco las raíces para ponerlo en otro lado”, grafica Nicolás.

La pandemia como una oportunidad

Este es un momento distinto porque la accesibilidad que te da internet hace que no sea indispensable estar en la ciudad. Es una gran oportunidad para aprovechar y reorganizar”, dice Biebel. Todos coincidieron en que el contexto potenció la necesidad de las personas de iniciar una vida distinta. “La ciudad ya es tan insustentable que termina desafiando la salud de las personas”, asegura Nicolás.

La sustentabilidad es la capacidad que tiene una sociedad para hacer un uso consciente y responsable de sus recursos, sin agotarlos o exceder su capacidad de renovación y sin comprometer el acceso a estos por parte de las generaciones futuras

“Sí, hay una movida”, coinciden Paula y Leandro y proponen pensar que ”hoy es el día”. “Tomar la decisión es lo más difícil –cuentan–. Toda la idea de los cambios enormes hay que dejarla de lado”, aseguran, ya que “los pequeños movimientos son los que articulan los grandes cambios”.

Por su parte, Angie Ferrazzini observa que hay una búsqueda de las personas por comer más saludable. Y señala que a Sabe la Tierra le llegaron muchas consultas de personas que trabajaban en restaurantes o emprendimientos gastronómicos que se quedaron sin trabajo y mandan solicitudes para integrar los mercados

La implementación de la Ley de Educación Ambiental

El mes pasado, la cámara de Senadores aprobó por unanimidad el proyecto de Ley de Educación Ambiental. La misma pretende que los estudiantes puedan adoptar un enfoque que permita comprender la interdependencia de todos los elementos que conforman e interactúan en el ambiente. El respeto y valor de la biodiversidad, la equidad, el reconocimiento de la diversidad cultural, el cuidado del patrimonio natural y cultural y el ejercicio del derecho a un ambiente sano.

El punto de vista trancisionista se hace una pregunta: ¿cómo hacemos para revertir los ecocidios?. La ley es una oportunidad para que los más chicos comiencen a tomar conciencia de que el problema es realmente importante. “La ley es muy interesante pero es una incógnita su implementación”, observa Ferrazzini. 

“En América Latina los estados siempre estuvieron descomprometidos con las cuestiones medioambientales”, reflexiona Biebel y agrega que “al mercado solo le interesa el dinero, entonces la naturaleza solo es un recurso. Somos naturalmente solidarios pero las reglas del sistema te empujan a ser lo contrario”, concluye.

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