Por Manuel Sierra

A más de 18 meses del inicio de la pandemia producida por el virus que azota al mundo, el futuro de la industria turística post pandemia continúa siendo de mucha incertidumbre, sin embargo, existen algunos indicios que nos pueden ayudar a tomar decisiones mirando el corto y mediano plazo.

Sin dudas las vacunas contra el Covid 19 serán las grandes protagonistas de la recuperación, pero hasta tanto se alcance la inmunidad de rebaño, el mundo sigue girando y el turismo necesita que lo siga haciendo.

Las pocas certezas que hoy podemos argumentar están basadas en tres etapas que marcan cómo nos manejaremos de aquí en adelante con nuestras necesidades de viajar.

La primera de ellas nos muestra que el turismo de cercanías es el principal nutriente para comenzar a alcanzar la sustentabilidad del negocio turístico. Ciudades cercanas, en un radio de hasta 500 kilómetros, fácilmente accesibles con vehículos propios, han demostrado ser las elegidas de los turistas en casi todo el mundo, y también en nuestro país.

Las personas que viajan distancias cortas buscan reencontrarse fundamentalmente con paisajes diferentes, con gente diferente y con emociones diferentes. Es salir de la rutina a la que nos tiene confinados la pandemia.

Las personas que viajan distancias cortas buscan reencontrarse con paisajes diferentes, con gente diferente y con emociones diferentes".

La segunda etapa está más vinculada a los países limítrofes, donde los visitantes toman como referencia la cercanía con sus hogares en caso de existir algún problema. Esto permite la posibilidad de un ida y vuelta que se pueda realizar en tiempos cortos y con fáciles conexiones terrestres, aéreas, marítimas o fluviales. Es un ida y vuelta que conlleva la posibilidad de volver a sentir la libertad de viajar como una necesidad fisiológica que va más allá de unas simples vacaciones.

Y finalmente, la tercera etapa está alcanzada por los viajes de larga distancia, en el caso de Argentina, por ejemplo, imaginando el futuro de viajar hacia Europa y Estados Unidos.

En este caso, para los argentinos, el gran país del norte tiene un atractivo muy especial, ya que para ingresar sólo exige demostrar mediante un hisopado que no está contagiado de Covid 19. Pero, además, porque es un viajero nato que busca vivir experiencias placenteras allá donde se traslade, porque es un consumidor que gusta de hacer compras en un entorno urbano seguro y porque disfruta del sol, la playa y los entretenimientos. A todo esto, Estados Unidos, como destino turístico, hoy le suma también la facilidad de poder vacunarse sin restricciones.

Europa es aún mucho más restrictiva para con los turistas latinoamericanos, exigiendo que los viajeros que ingresen no sólo se realicen un hisopado, sino que además ya estén vacunados.

En el caso de los turistas argentinos, la mayoría de las vacunas utilizadas en nuestro país todavía no han sido aprobadas en su totalidad por las autoridades sanitarias de la comunidad europea, lo que demorará un tiempo mayor para que los viajes al viejo continente vuelvan a ser masivos.

Al igual que muchas personas en el mundo, los argentinos nos sentimos contenidos en una burbuja a punto de estallar por las ganas de viajar.

En todas las encuestas que se nos presentan, la intención de viajar aparece en primer lugar en la lista de deseos y sin dudas todos esperamos que nos abran la puerta.