El crítico gastronómico Pietro Sorba se refirió al plato más popular de la celebración de la Revolución de Mayo. "Comemos locro porque es un plato celebrativo. Tenemos tres: el locro, la empanada y el pastelito. Son platos populares que de alguna manera simbolizan lo que sucedió en la historia del país", dijo Sorba.
En conversación con el programa Argentina Macondo de Radio Con Vos, el escritor italiano aseguró que el locro "es un plato de síntesis. Reúne la cocina del ámbito cuyano, pampeano, del litoral y de todos lados. Ese locro pulsudo, que yo encuentro demasiado potente, tiene cosas que son nuestras- calabaza, maíz, poroto- pero tiene cerdo, que vino con los españoles. Por eso hablo de un plato de síntesis".
Sorba comentó lo contradictorio de "ese locro desbordante, pulsudo, pantagruélico" que proviene en realidad "de un plato pobre, de resistencia, que sirve para llenar la panza. Yo le pongo cuatro o cinco cosas, porque me gusta disfrutar el sabor del maíz, los porotos y el zapallo. Le pongo manitas de cerdo y pechito de cerdo, punto. Si quiero agregar algo, lo hago al final."
Y agregó: "Si uno le empieza a agregar el chorizo colorado, la panceta salada, la panceta ahumada... se transforma en un plato de una potencia inaudita"
Sobre las empanadas y el pastelito, el crítico italiano naturalizado argentino dijo que tienen origen europeo, pero ya están asimilados como criollos. "La empanada llega de España y la tomamos como nuestra. Es una especialidad que se quedó acá y ahora en Argentina se comen 10 millones de empanadas por día", dijo.
"El pastelito es un hijo de los postres celebrativos europeos. En épocas lejanas, las cosas dulces se freían en la grasa para los carnavales europeos. Eso vino con las monjas y se cruzó con la cultura popular del país que se estaba formando", cerró.