Investigadores de la Universidad Politécnica Federal de Zúrich Suiza, descubrieron un importante “punto débil” en el mecanismo del COVID-19. El hallazgo, que podría inhibir su multiplicación, abre el camino al desarrollo de medicamentos antivirales.

El síndrome respiratorio agudo severo coronavirus 2 (SARS-CoV-2) surgió por primera vez en 2019 y su alta patogenicidad, infectividad y transmisibilidad han provocado una pandemia. El reciente hallazgo basa su investigación en el hecho de que las células producen proteínas mediante uno de sus elementos: el ribosoma, que las sintetiza mediante la lectura del ARN en secuencias de tres letras.

Para replicarse en una célula infectada, los virus necesitan que el ribosoma tenga una anomalía en esa lectura del código genético del ARN. Este “cambio de marco” (“frameshifting”), haría que se lea una o dos letras del ácido ribonucleico en una secuencia. Mediante esta actividad, lo que se buscaría es poder hallar un método teórico para frenar el mecanismo de producción de proteínas. De esta forma, lo que se podría obtener es la base para futuros fármacos contra el coronavirus SARS-CoV-2.

Mediante esta actividad, lo que se buscaría es poder hallar un método teórico para frenar el mecanismo de producción de proteínas.

A pesar del lanzamiento de vacunas en varios países, el descubrimiento de antivirales para tratar el SARS-CoV-2 es importante para conducir las investigaciones hacia nuevos tratamientos. Actualmente existen preocupaciones sobre la aparición de variantes del SARS-CoV-2 que pueden ser menos susceptibles a las vacunas actuales. Además, se necesitan nuevos antivirales porque constantemente surgen cepas de la enfermedad más resistentes.